Aprendizaje espaciado: La técnica para la memoria a largo plazo
22 Ago 2023

Aprendizaje espaciado: La técnica para la memoria a largo plazo

Se acabó olvidarlo todo al terminar un examen. Con la técnica del aprendizaje espaciado conseguiremos que lo que estudiamos se nos quede para siempre.

aprendizaje espaciado

¿Cómo estudiamos?

El aprendizaje es el proceso por el cual el cerebro adquiere conocimientos. Y la memoria a largo plazo es la responsable de que esos conocimientos se fijen y podamos recuperarlos más adelante.

Cuando estudiamos para un examen solemos atiborrar a nuestro cerebro de información durante un breve espacio de tiempo; es raro el estudiante universitario que no se encierra en casa en época de exámenes a pegarse un atracón de estudiar. Pero esta fórmula, aunque funcione para aprobar exámenes, desgraciadamente no funciona para aprender.

Con la cantidad de información relevante que se maneja en cualquier grado universitario, optimizar el proceso de estudio y aprendizaje es esencial si en el futuro (cuando ya tengamos nuestro eTítulo y empecemos a trabajar) queremos ser buenos profesionales con un vasto conocimiento en nuestro campo.

Para optimizar ese proceso de estudio y mejorar la cantidad de conocimientos que adquirimos y retenemos a largo plazo la mejor técnica de estudio que podemos usar es el aprendizaje espaciado.

Orígenes y fundamentos del aprendizaje espaciado

El aprendizaje espaciado, también conocido como «distribución de prácticas», se basa en una observación sencilla pero poderosa: las personas tienden a retener información de manera más efectiva cuando estudian en múltiples sesiones cortas y separadas en el tiempo, en lugar de una sola y larga jornada.

La idea detrás de esta técnica no es nueva. De hecho, fue observada y documentada ya en el siglo XIX por psicólogos como Hermann Ebbinghaus (estudioso de la memoria y primera persona en documentar la «curva del olvido»). Sus experimentos demostraron que la repetición espaciada en el tiempo aumenta la retención de la información a largo plazo.

¿Por qué funciona el aprendizaje espaciado?

La razón principal del éxito de esta técnica de estudio su interacción con la memoria. Al dividir el estudio en sesiones separadas, se da la oportunidad al cerebro de consolidar y almacenar la información, permitiendo así que se traslade de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.

Además, cada vez que se accede a la información después de un intervalo de tiempo, el cerebro debe esforzarse un poco más para recuperarla. Este esfuerzo fortalece las conexiones neuronales, haciendo que la información sea más fácil de recordar en el futuro.

Aplicación práctica: pasos para implementar el aprendizaje espaciado

Planificación: Esta técnica de estudio no va a poder aplicarse si no tenemos disciplina y una buena planificación. Es esencial tener un plan de estudio que permita distribuir las sesiones de aprendizaje. En lugar de maratones de estudio la noche anterior a un examen, se debe dividir el contenido en bloques y distribuirlo a lo largo de varias semanas o incluso meses.

Consolidación: Hay que darle tiempo al cerebro para asimilar la información. Tras una sesión de estudio se debe hacer una pausa, ya sea para descansar o para cambiar a otro tipo de actividad. Esto ayuda a la consolidación y retención de lo aprendido.

Revisión: A intervalos regulares, se debe revisar el material previamente estudiado. Al hacerlo, se refresca la memoria y se fija la información en la mente. Las pausas deben ser de horas, días, semanas y meses y, por eso, es tan importante llevar una buena metodología en el estudio. Aprenderemos conceptos nuevos que iremos relacionando con los anteriores en estas revisiones.

Herramientas tecnológicas al servicio del aprendizaje espaciado

Gracias a la tecnología, implementar esta técnica es más fácil que nunca. Aplicaciones para crear tarjetas de estudio como Anki o Quizlet incluyen algoritmos que determinan el mejor momento para revisar cada tarjeta y así optimizar el proceso de aprendizaje.

Beneficios del aprendizaje espaciado

Retención a largo plazo: Como hemos dicho, esta técnica mejora la memoria a largo plazo. Es ideal para materias y conceptos que serán esenciales en nuestra vida profesional o académica en el futuro.

Disminución del estrés: Al distribuir el estudio en múltiples sesiones se reduce la ansiedad y el estrés asociados con los maratones de última hora.

Mayor comprensión: Como aumenta el tiempo entre sesiones, se da la oportunidad de reflexionar sobre la información, relacionarla con otros conocimientos y así lograr una comprensión más profunda.

Consideraciones finales

El aprendizaje espaciado no es un truco mágico; requiere disciplina, planificación y compromiso. Sin embargo, cuando implementamos esta técnica en nuestras rutinas podremos mejorar significativamente la retención de la información y el desempeño académico.

Con los avances en neurociencia y tecnología, las técnicas de estudio seguirán evolucionando. Sin embargo, principios básicos como el aprendizaje espaciado, con su sólido respaldo empírico, seguirán siendo esenciales en cualquier proceso de aprendizaje.

 

Cómo ser menos desordenados: guía para caóticos profesionales
10 Ago 2023

Cómo ser menos desordenados: guía para caóticos profesionales

Atención: los desordenados que no estén cómodos teniendo la ropa interior mezclada con los apuntes de clase que nos lean.

desordenados

Los desordenados también tenemos cosas buenas

Todos conocemos a alguien (si estamos leyendo este post, puede que seamos  nosotros mismos) que nada en el caos cual pececillo y deja tras de sí un rastro visible de todas las actividades que ha hecho durante el día.

Si se viste o se desviste, habrá ropa y zapatos tirados por toda su habitación; si se ducha, habrá ropa también en el baño y los productos que haya usado estarán fuera de su sitio; cuando cocine, todo estará por en medio y habrá usado una cantidad ingente de útiles de cocina; cuando estudie, todos los papeles estarán esparcidos como si hubiese pasado un tornado y si cambia de maceta una planta, el suelo estará lleno de tierra una semana.

La ciencia no se pone de acuerdo: hay estudios que dicen que ser desordenado es fatal para nuestro estado de ánimo y otros que dicen que es lo más para la salud, la creatividad e incluso para encontrar trabajo. Así las cosas, hay que apartar momentáneamente lo que diga el estudio de turno y tener una charla con nosotros mismos.

Si nos da exactamente igual el desorden y no molestamos a nuestros allegados, la ciencia nos da la razón, somos libres, creativos y maravillosos y no debemos cambiar nada.

Por el contrario, si vivimos angustiados porque los papeles se acumulan, nos sentimos mal al mirar nuestra habitación, discutimos con nuestra familia o pareja de forma constante, los plazos se pasan por alto y encontrar algo en casa se convierte en una búsqueda del tesoro, la ciencia también dice que el desorden no es bueno y aquí hay una guía que nos ayudará a cambiar los hábitos que nos perjudican.

¿Por qué necesitamos organizarnos?

La organización no es solo una cuestión estética. Ser desordenados puede tener un impacto negativo en nuestra vida diaria, ya sea en el trabajo, en los estudios cuando intentamos tener un eTítulo universitario o en nuestras relaciones personales. Nos cuesta más encontrar cosas, perdemos tiempo y el estrés aumenta.

Pero no hay de qué preocuparse; hay formas sencillas para empezar a organizarse.

Empezar poco a poco: el primer paso hacia el orden

Para algunos de nosotros, el simple pensamiento de ordenar algo puede resultar abrumador. Pero aquí la clave es empezar poco a poco. No hay que intentar organizar toda nuestra vida en un solo día. Podemos empezar con un cajón, una estantería o un pequeño espacio de trabajo. A medida que vayamos viendo progresos, nos sentiremos más motivados para seguir.

Como siempre, el problema de los desordenados no es ordenar algo puntualmente, sino mantenerlo así. Por eso es importante que empecemos a organizar aquellas cosas que menos usamos para asegurarnos de que un amplio porcentaje de lo que nos rodea se va a quedar en su sitio. Luego, seguiremos por lo que usamos algo más y finalmente organizaremos lo de uso diario, pero para llegar ahí tendremos que haber asumido unas sólidas rutinas de orden. Lo veremos enseguida.

Usar herramientas que faciliten la organización a los desordenados

En la actualidad, contamos con una amplia variedad de herramientas que pueden ser realmente útiles para los desordenados. Desde aplicaciones móviles hasta agendas físicas, hay opciones para todos los gustos y necesidades. Lo importante es encontrar lo que funcione para nosotros y utilizarlo de manera constante.

Establecer una rutina diaria

Una de las claves para mantener el orden en nuestra vida es establecer una rutina.

Podemos empezar planificando nuestra jornada y seguir ese plan tanto como sea posible. Esto incluye establecer momentos específicos para las tareas del hogar, el estudio, el trabajo y el tiempo libre. Si tenemos un horario bien marcado, será más sencillo que no nos  despistemos. La constancia nos ayudará a mantenernos en el camino correcto.

Hay que tener en cuenta que los desordenados priorizamos otras tareas, es decir, no dedicamos tiempo a ordenar porque le damos más importancia a lo que sea que queramos hacer en lugar de dárselo al acto de recoger. Esto hace que se nos acumule el trabajo y que el tiempo que vamos a necesitar para poner las cosas en orden aumente hasta rozar el infinito, con lo cual, la pereza que nos da ponernos a ello también aumentará de forma directamente proporcional.

La solución es simple: hay que vencer esa pereza, priorizar el orden diario y no dejar que la montaña de ropa crezca hasta convertirse en uno de los ochomiles más codiciados por los alpinistas.

Buscar apoyo para desordenados si fuera necesario

No debemos sentir vergüenza si nos sentimos abrumados por el desorden y queremos pedir ayuda. Puede ser un amigo, un familiar o incluso un profesional. A veces, una perspectiva externa puede ofrecernos nuevas ideas y motivarnos para hacer los cambios necesarios.

Disfrutar del proceso y celebrar los logros

Organizarse no tiene por qué ser una tarea tediosa y aburrida. Podemos hacerlo divertido y disfrutar del proceso. Vale, es verdad, esta es la típica charla motivadora que nadie se cree porque, cuando somos desordenados no es, precisamente, porque nos encante lo de doblar camisetas y colocar las sartenes. ¿Las ollas y sus tapas? pura diversión ¬¬.

Tener que ir ordenando todo a nuestro paso en vez de lo contrario es antinatural para nosotros, pero nuestra salud mental y la de los que nos rodean dependen de que interioricemos unas simples rutinas que hasta un escarabajo pelotero sabe hacer y, por lo tanto, debemos esforzarnos.

Probablemente nunca jamás disfrutaremos colocando los calcetines por colores y en compartimentos diferentes del cajón, pero se llevará mejor si lo hacemos con música, con un podcast, a la vez que charlamos con algún amigo o mientras vemos nuestra serie favorita. Lo que sí vamos a disfrutar es con la de tiempo que ganaremos después cuando no tengamos que pasar 20 minutos buscando la ropa que queremos usar cada mañana.

Celebrar los pequeños logros nos motivará a seguir adelante, así que si conseguimos tener todo ordenado una semana tendremos que premiarnos un poco. Algo más, si conseguimos no ser desordenados durante un mes y, si pasamos un año manteniendo las cosas en su sitio, el trabajo está hecho y ya no tendremos que nadar en el caos nunca más: podemos celebrarlo a lo grande.

Recordemos que cada pequeño paso cuenta y que el objetivo final es mejorar nuestra calidad de vida.

 

Mejora tus habilidades para hacer trabajos en grupo
6 Ago 2023

Mejora tus habilidades para hacer trabajos en grupo

Nos van a pedir que hagamos trabajos en grupo en muchas asignaturas, por lo que más vale que les pillemos el truco cuanto antes.

trabajos en grupo

¿De verdad vamos a seguir haciendo trabajos en grupo en la universidad?

En la etapa universitaria, los trabajos en grupo se convierten en una parte fundamental de la experiencia educativa; son tan cruciales como cualquier materia que estudiemos, así que no pensemos que la cosa se acabó con el instituto. Para conseguir el eTítulo, los trabajos en grupo son una pantalla que nos vamos a tener que pasar varias veces.

Tener que interaccionar con nuestros compañeros para sacar un proyecto común nos ayuda a aprender a colaborar, comunicarnos, y a desarrollar habilidades sociales y de liderazgo. Nos prepara para la vida real y nos ayuda a crecer como individuos.

Los trabajos en grupo son más importantes de lo que parecen

De primeras, puede resultarnos bastante molesto tener que trabajar codo con codo con compañeros de clase a los que quizá ni conocemos, que puede que no compartan nuestro criterio o, incluso, que no nos caigan demasiado bien. No siempre nos van a dejar trabajar con nuestros mejores amigos y, además, mucho mejor que sea así.

Los trabajos en grupo nos enseñan a negociar, a colaborar, a entender y respetar diferentes perspectivas y a saber repartir las responsabilidades, los méritos y las culpas del resultado final.

También nos enseñan a tratar con personas que detestamos o cuyas ideas nos resultan malísimas. Son un un curso intensivo de habilidades sociales, tolerancia a la frustración y manipulación elemental y, por eso, nos preparan tan bien para el entorno laboral, donde el trabajo en equipo es una habilidad clave.

Establecer reglas y expectativas claras

El primer paso para los trabajos en grupo es establecer reglas y tener las expectativas claras desde el principio. Todo lo que se pacte al principio nos evitará problemas después, así que uno de los primero cometidos del grupo debe ser el reunirse para establecer estas reglas (incluso por escrito).

Todos debemos estar en la misma página en cuanto a plazos, responsabilidades y cómo vamos a comunicarnos. Esto ayudará a evitar confusiones y tensiones en el grupo.

Fomentar la comunicación abierta y honesta

Una comunicación clara y abierta es esencial para que los trabajos en grupo lleguen a buen puerto. Otra de las cosas que debemos pactar con el resto de miembros es esta: que nadie se calle lo que piensa sobre el desarrollo del trabajo.

Debemos sentirnos cómodos compartiendo nuestras ideas, dando y recibiendo retroalimentación y expresando nuestras preocupaciones si las hubiera. La comunicación abierta y honesta ayuda a fortalecer la confianza y a asegurar que todos estemos en sintonía durante el trabajo.

Usar la tecnología para colaborar

A veces, se crean fricciones porque no todo el mundo puede quedar con la misma asiduidad. La tecnología puede ser una gran aliada durante la realización de trabajos en grupo.

Herramientas como Google Docs, Slack, o Zoom nos van a permitir colaborar y comunicarnos de manera más eficiente, incluso si no podemos reunirnos en persona. Aprovechemos estas herramientas para mantenernos organizados y conectados.

Aprender a manejar los conflictos

Inevitablemente, puede surgir algún conflicto en el grupo. La clave está en cómo manejamos estas situaciones. Debemos aprender a escuchar, a mantener la calma y a buscar soluciones que sean justas para todos. Los conflictos manejados correctamente pueden llevar a soluciones creativas y fortalecer la cohesión del grupo.

En vez de enfadarnos, es más recomendable tratar de ver estos conflictos como una oportunidad para aprender y para mejorar nuestras habilidades sociales, empatía y liderazgo.

Fomentar la responsabilidad individual de los trabajos en grupo

Aunque los trabajos en grupo son un esfuerzo colectivo, cada uno de nosotros también tiene responsabilidades individuales. Establezcamos metas claras y asegurémonos de que cada uno cumpla con su parte. Esto no solo ayuda a mantener el proyecto en marcha sino que también fomenta una ética de trabajo sólida.

Disfruta del proceso

Los trabajos en grupo no deben verse solo como una tarea ardua. Podemos encontrar que la colaboración y el proceso de creación conjunta resultan muy enriquecedores e incluso divertidos.

Reflexionar y aprender de la experiencia

Después de completar un proyecto de trabajo en grupo, es útil tomarse un tiempo para reflexionar sobre lo que funcionó y lo que no. Esto nos ayudará a aprender de la experiencia y a mejorar en futuros proyectos de colaboración.

 

Ciberseguridad para proteger tu smartphone
27 Jul 2023

Ciberseguridad para proteger tu smartphone

La ciberseguridad es cada vez más importante en un mundo cada vez más digital y nadie que tenga un smartphone está exento de riesgos.

smartphone

Nuestros smartphones se han convertido en dispositivos casi indispensables, llenos de información personal, académica o laboral. Puede que, incluso, tengamos nuestro eTítulo universitario descargado para poder compartirlo con los empleadores más fácilmente, y, aunque eso no sería un problema porque la tecnología de seguridad del eTítulo hace que sea infalsificable, sí proporciona información que no tenemos por qué dar si no queremos. Por eso, vamos a compartir algunos consejos clave para proteger nuestro smartphone y garantizar nuestra ciberseguridad.

Mantén tu smartphone actualizado

Una de las mejores maneras de proteger nuestro smartphone es asegurándonos de que siempre tenga la última versión del sistema operativo. Las actualizaciones suelen incluir parches de seguridad que ayudan a proteger nuestros dispositivos contra amenazas recientes. Así que no debemos postergar esas actualizaciones importantes. Tomémonos el tiempo para instalarlas tan pronto como estén disponibles.

Utiliza contraseñas fuertes y autenticación de dos factores

La utilización de contraseñas fuertes y únicas para cada una de nuestras cuentas es fundamental para proteger la información. Tratemos de usar una mezcla de letras, números y símbolos y evitemos contraseñas obvias como «123456» o nuestra fecha de nacimiento.

Además, cuando sea posible, debemos habilitar la autenticación de dos factores. Esto agrega una capa adicional de seguridad al requerir un segundo método de verificación, como un código que envían a nuestro smartphone, además de nuestra contraseña.

Cuidado con las aplicaciones

No todas las aplicaciones disponibles en las tiendas de aplicaciones son seguras. Debemos ser selectivos sobre las aplicaciones que descargamos e instalamos en nuestro smartphone.

Es mejor limitarnos a aplicaciones de desarrolladores de confianza y leer las opiniones y calificaciones de otros usuarios antes de descargar una aplicación. Además, debemos revisar los permisos que solicita una aplicación. Si una aplicación pide acceso a información que no necesita para su funcionamiento, es mejor no instalarla (aunque nos duela).

Protege tu información en las redes sociales

A todos nos encanta compartir nuestras vidas en las redes sociales, pero debemos ser conscientes de lo que estamos compartiendo. Evitemos publicar información personal como nuestra dirección o número de teléfono, y asegurémonos de que nuestras cuentas sean privadas o de que nuestras publicaciones solo estén disponibles para nuestros amigos o seguidores. Si tenemos una cuenta pública por algún motivo, hay que tener aún más celo y no publicar nada que pueda ponernos en una situación difícil.

Utiliza una red privada virtual (VPN)

Las VPN pueden proporcionar una capa adicional de seguridad, especialmente cuando utilizamos redes wifi de uso público. Las VPN cifran nuestros datos, lo que significa que si alguien intercepta nuestra conexión, no podrá leer la información que enviamos o recibimos.

Haz copias de seguridad de tus datos

Finalmente, no olvidemos hacer copias de seguridad de nuestros datos regularmente. Si nuestro smartphone se pierde, se rompe o se ve comprometido de alguna manera, tener una copia de seguridad nos permitirá restaurar nuestra información en un nuevo dispositivo.

La ciberseguridad es un aspecto que no debemos pasar por alto en nuestra vida diaria. Siguiendo estos sencillos pasos, podremos proteger nuestro smartphone y mantener segura nuestra información privada.

 

Cómo cuidar tu salud mental durante la etapa universitaria
19 Jul 2023

Cómo cuidar tu salud mental durante la etapa universitaria

El periodo universitario es emocionante, pero también muy estresante y convulso. Cuidar especialmente de nuestra salud mental va a ser imprescindible.

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Entender que hay emociones aversivas

La universidad es un torbellino de emociones, nuevas experiencias y retos. Por eso, el estrés, la frustración, la apatía o la tristeza mal gestionadas se convierten en malísimas compañeras durante este viaje. Sin embargo, entender que las emociones aversivas son una parte normal de la vida es el primer paso para aprender a manejarlas.

Las presiones de las clases, el temor a los exámenes, la necesidad de conseguir buenas calificaciones, las demandas de una vida social activa, la adaptación a una nueva ciudad o a vivir solos por primera vez y la transición a la vida adulta, son factores que pueden parecernos abrumadores.

En la etapa universitaria, las exigencias son altas y a menudo se espera que las cumplamos con excelencia. Por eso, es importante recordar que no estamos solos en esto. Miles de estudiantes a lo largo y ancho del mundo se enfrentan a las mismas presiones.

Una clave importante es aprender a diferenciar el estrés saludable del estrés crónico. El estrés saludable nos puede ayudar a estar alerta, motivados y preparados para afrontar desafíos. Por otro lado, el estrés crónico puede tener efectos negativos sobre nuestra salud mental, como ansiedad y depresión.

Lo mismo pasa con el resto de emociones negativas: forman parte de la vida mientras no se conviertan en una forma de vida. Es decir, asumir que es normal que sintamos tristeza o angustia en situaciones tristes o angustiosas no significa que normalicemos la presencia de esos sentimientos en todo momento.

Si sentimos que alguno de esos estados de ánimo está comenzando a dominar nuestro día a día, es importante buscar ayuda. Lo primero es reconocer lo que estamos sintiendo, y luego buscar estrategias y recursos para manejarlo.

Estudiar y luchar por conseguir nuestro eTítulo universitario y un hueco en el mercado laboral debe ser una etapa emocionante y no un calvario. En nuestra mano está luchar para proteger y potenciar nuestra salud mental.

La importancia de una buena organización para la salud mental

Una de las claves para mantener nuestra salud mental durante la universidad es una buena organización. Sabemos que parece una tarea titánica, especialmente al principio con tantos plazos, trabajos y exámenes. Pero aquí va el secreto: no es necesario que lo hagamos todo en un día.

Con una buena planificación y la ayuda de las herramientas adecuadas, como aplicaciones de calendario o listas de tareas, podemos dividir nuestras obligaciones en pequeños pasos manejables.

No seas tu peor crítico

Otro aspecto vital para cuidar nuestra salud mental es no ser demasiado duros con nosotros mismos y tratarnos con respeto. Recordemos que somos humanos, que es natural cometer errores y que aprender de ellos es parte del proceso.

Si nos salimos del camino, no hay problema, siempre podemos volver a él. Seamos amables con nosotros mismos, tomémonos un tiempo cuando lo necesitemos y recordemos que nuestra salud mental es mucho más importante que nuestras calificaciones.

Buscar apoyo

La universidad puede ser un entorno desafiante y a veces solitario. Pero siempre hay que recordar que no estamos solos en este camino. Hay personas dispuestas a apoyarnos y a ayudarnos a superar los momentos difíciles. También hay personas (más de las que pensamos) que están pasando por lo mismo que nosotros.

Si estamos experimentando altos niveles de estrés, ansiedad o nos sentimos abrumados, es importante hablar con alguien. Ese alguien puede ser un amigo, un miembro de la familia, un mentor o un profesional de la salud mental. Expresar lo que estamos sintiendo puede ser un alivio inmenso y el primer paso para encontrar una solución.

Además, la mayoría de las universidades cuentan con servicios de apoyo al estudiante, incluyendo asesoramiento y terapia gratuitos. Estos servicios están diseñados para ayudar a los estudiantes a navegar por los desafíos emocionales y mentales de la vida universitaria.

Si el apoyo en persona no es una opción, o si preferimos el anonimato, existen también líneas de ayuda telefónicas y recursos online que pueden ser de gran ayuda. Nunca hay que subestimar el poder de una conversación sincera y la comprensión de alguien que está dispuesto a escuchar.

Es importante recordar que buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. Significa que somos conscientes de nuestras emociones y que estamos dispuestos a tomar medidas para cuidar de nuestra salud mental.

Hacer ejercicio regularmente 

El ejercicio regular puede ser una excelente forma de aliviar el estrés y cuidar de nuestra salud mental. No solo nos ayuda a mantenernos físicamente saludables, sino que también libera endorfinas, las hormonas de la felicidad, que nos hacen sentir bien. Y no, no es necesario correr una maratón. Cualquier actividad física que disfrutemos y que podamos hacer regularmente será útil.

Comer bien es salud mental

Aunque no lo parezca, lo que comemos también afecta a nuestra salud mental. Intentemos mantener una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. Evitemos saltarnos las comidas, especialmente el desayuno, para mantener nuestros niveles de energía durante el día.

Un descanso adecuado mejora la salud mental

El sueño es esencial para nuestro bienestar mental. Intentemos mantener una rutina regular de sueño, incluso los fines de semana. Evitemos la luz de las pantallas al menos una hora antes de acostarnos y asegurémonos de tener un ambiente de sueño relajante.

La etapa universitaria puede ser exigente, pero cuidar nuestra salud mental es vital para disfrutarla al máximo. Con pequeños cambios y una actitud positiva, podemos afrontar los retos de la vida universitaria y mantenernos mentalmente saludables.