Saca todo el partido a tus vacaciones de verano
16 Jun 2024

Saca todo el partido a tus vacaciones de verano

Las vacaciones de verano son el momento perfecto para relajarnos y recargar energías, pero también para no perder de vista nuestros objetivos.

vacaciones de verano

 Vacaciones de verano para reencontrarnos con nuestra motivación

Estudiamos una carrera para encontrar un buen trabajo que nos permita vivir, para aprender algo que nos apasiona, para ampliar nuestra cultura o, generalmente, para todo al mismo tiempo.

Las vacaciones de verano no tienen por qué interrumpir eso. Lo que interrumpen es la rutina, las clases, los exámenes…En resumen, la monotonía.

Durante todo el proceso de estudiar y hasta que obtengamos nuestro eTítulo es importante que mantengamos a la vista nuestros objetivos y que no perdamos la motivación, por lo que, más que una desconexión total, las vacaciones de verano pueden servir para reconectar con nuestras metas vitales y tomar impulso para el curso siguiente.

Participar en programas de prácticas o voluntariados

Las prácticas y los voluntariados no solo enriquecen nuestro currículum, sino que también nos permiten adquirir experiencia práctica en nuestro campo de estudio. A través de estas actividades, podemos conocer mejor la industria, desarrollar habilidades relevantes y establecer contactos profesionales que nos serán útiles en el futuro.

Pero, cuidado, son las vacaciones de verano y también hay que descansar y hacer cosas que nos motiven, así que no se trata de matarnos a trabajar (salvo que lo necesitemos), sino de disfrutar de una experiencia que no veremos en las clases. El voluntariado, además de proporcionarnos experiencia profesional, nos aportará un crecimiento personal de un valor incalculable.

Asistir a cursos y talleres

El verano ofrece una amplia variedad de cursos y talleres en línea o presenciales impartidos por academias, empresas y por las propias universidades, que pueden abarcar desde el aprendizaje de un nuevo idioma hasta la adquisición de competencias técnicas.

Aprovechar estos recursos educativos nos permite ampliar nuestro conocimiento y mejorar nuestras habilidades, pero también orientarnos hacia una especialización o complementar los conocimientos que nos imparten en el grado que estemos haciendo.

Leer libros y artículos relevantes

La lectura es una herramienta poderosa para el crecimiento personal y profesional. Durante el verano, podemos dedicar tiempo a leer libros y artículos relacionados con nuestra área de estudio o interés profesional. Esto no solo amplía nuestro conocimiento, sino que también nos mantiene actualizados sobre las últimas tendencias y desarrollos en nuestro campo.

Leer es siempre un placer, pero tiene además la ventaja de ser muy útil y las vacaciones de verano son la mejor temporada para dedicar horas a la lectura.

Realizar proyectos personales

Trabajar en proyectos personales es una excelente manera de aplicar lo que hemos aprendido en la universidad. Ya sea desarrollando una aplicación, escribiendo un blog, creando una cartera de diseño o investigando un tema específico, estos proyectos pueden ser muy valiosos para nuestro desarrollo profesional. Además, nos permiten explorar nuestras pasiones y creatividad de una manera más libre.

Planificar el próximo curso durante las vacaciones de verano

Aunque esto no sea, a priori, un plan demasiado atractivo, aprovechar el tiempo libre de las vacaciones de verano para planificar el próximo semestre puede ayudarnos a empezar el año académico con muy buen pie.

Una buena organización es, muchas veces, la asignatura pendiente que todos tenemos y, si lo solucionásemos, tendríamos que dedicar menos horas a estudiar y perderíamos menos tiempo preguntándonos qué toca ahora, lo que, de paso, ayuda a reducir el estrés.

Planificar incluye revisar los planes de estudio, tener claros los horarios, establecer las nuevas metas académicas del curso, revisar si vamos a necesitar refuerzo en alguna asignatura y organizar nuestro calendario.

En las vacaciones de verano también podemos hacer networking

El verano es una excelente época para asistir a eventos, conferencias y encuentros relacionados con nuestra área de estudio. Estas actividades nos permiten conocer a profesionales del sector, intercambiar ideas y establecer relaciones que pueden ser muy beneficiosas para nuestra carrera. Hacer networking puede abrirnos las puertas de futuras oportunidades laborales.

Cuidar de nuestra salud física y mental

Finalmente, es fundamental cuidar de nuestra salud durante las vacaciones de verano. Practicar deportes, seguir una dieta equilibrada, y dedicar tiempo a actividades que nos relajen y nos hagan felices, como pasar tiempo con amigos y familiares, es esencial para nuestro bienestar. Una buena salud física y mental nos permitirá afrontar mejor los desafíos académicos y profesionales.

Aprovechar las vacaciones de verano de manera equilibrada entre descanso y actividades útiles no solo nos ayuda a disfrutar de nuestras vacaciones, sino que también nos prepara para un nuevo curso más agradable y llevadero. Es una inversión en nosotros mismos que vale la pena.

 

¿Y de qué sirve votar? Si no te decides, léenos
9 Jun 2024

¿Y de qué sirve votar? Si no te decides, léenos

Si estás indeciso o no votar te parece la mejor solución ya que «todos son iguales» lee esto. Te damos unas cuantas razones para que lo reconsideres.

Votar es necesario para ti y para los que te rodean.

Sabemos que muchos estáis de exámenes para sacar vuestro eTítulo, pero no se tarda nada en ir a votar y puede servir de descanso entre tema y tema.

¿Para qué sirve abstenerse de votar?

Pensemos en ello. A lo largo de la historia de la democracia el absentismo siempre ha estado presente en mayor o menor medida. ¿Ha supuesto alguna mejoría en la vida de la gente? No. ¿Ha conseguido cambios sociales? No. ¿Ha derrocado gobiernos corruptos? Tampoco. Entonces… ¿Para qué sirve abstenerse? Para que los sociólogos y politólogos tomen nota de la apatía de la población.

Quizá en otro momento histórico o social podríamos pensar que toda persona que no va a votar es porque no está de acuerdo con el sistema, porque no quiere una democracia o porque la que hay no le satisface, pero, lo cierto, es que, hoy en día, la cosa no suele ir por ahí.

Entre los millones de personas que no se acercan a las urnas no solo hay gente con unos ideales definidos y antidemocráticos (de hecho son los menos), sino que, lamentablemente, lo que abunda es la pereza, la incultura o la falta de conciencia social, cultura democrática o solidaridad.

El abstencionismo no soluciona los problemas, simplemente se aparta y mira hacia otro lado mientras los demás tratan de pelear con lo que toca. Lo que se refleja en las urnas tras el cuantioso número de abstenciones no es que entre ellos haya un ánimo de cambiar las cosas, sino un desánimo total.

Podemos achacar la culpa a la política, a la corrupción y a lo que se nos trasmite desde los medios de comunicación. Pero lo cierto es que la culpa de nuestra indiferencia hacia el sistema democrático solo es nuestra y a nosotros nos corresponde hacer balance y dejar de mirarnos el ombligo para, una vez cada cierto tiempo, arrimar el hombro y formar parte de algo.

Típicas excusas

Algunos de los lugares comunes más escuchados para no ir a votar son del tipo de a mí no me interesa la política, todos los partidos son igualessi los políticos no se interesan por mí para qué voy a interesarme yo por ellos. Bueno, sin ánimo de ofender, esto no son más que excusas que nos ponemos para justificar un desapego social, que finalmente resulta poco práctico incluso para nosotros mismos.

¿Qué es política? Política eres tú

Pensar que la política no nos interesa es pensar que la política se resume a los políticos cuando, la verdad, es que todo es política: son los impuestos que pagamos y en lo que se invierten, política es el sueldo que nos pagan, política es el funcionamiento de la sanidad y de la educación públicas, política son las becas, los programas de estudio y las titulaciones, el tráfico, las ayudas sociales y las infraestructuras.

Política es la contaminación y los derechos de los animales, los medios de transporte públicos y las ayudas al alquiler. Las licencias de los bares, la solidaridad, la seguridad ciudadana, las leyes penales, los derechos civiles y la lucha contra la violencia machista. Política es el precio del carrito de la compra, la inmigración, la emigración, las pensiones y la natalidad.

Política es la cultura, la justicia y, sí, también los partidos políticos y sus tejemanejes, pero no interesarse por la política es no interesarse por nada ni por nadie y eso no es posible.

Democracia imperfecta

Alguna gente sostiene que la democracia es buena, pero que la nuestra es defectuosa, por lo que deciden no participar, pero si algo no nos gusta, no podemos esperar que cambie por sí mismo hasta que se adapte a lo que queremos, ¿no?

También hay gente que se ha rendido y piensa que su voto no cambiará nada. Esto es lo que se llama indefensión aprendida y es la peor actitud que podemos tener ante la vida. Los ciudadanos de los países democráticos somos unos privilegiados con respecto a aquellos que viven en regímenes donde no tienen libertad para elegir. No ir a votar simplemente por pereza o pasotismo es un insulto hacia aquellos millones de personas que no van porque no pueden.

Nada cambia desde el sofá

Si estamos en desacuerdo con el sistema, entonces debemos hacer algo para cambiarlo, porque pasar de todo nunca arregló nada. De hecho, la única manera de que el abstencionismo sirviera de algo sería si nos pusiéramos todos de acuerdo en no votar.

Si en unas elecciones nadie acude a las urnas, entonces sí que supondría una verdadera protesta ciudadana, un gran golpe sobre la mesa que no podrían ignorar, pero pensar en que eso ocurra es más inconcebible que pensar que abrir el armario de nuestra habitación nos transporta a Narnia.

Luchar por nuestras ideas, aunque este sistema sea imperfecto, al menos nos da herramientas para expresar nuestra forma de sentir, cosa que en otros países, con otros regímenes, resulta totalmente imposible.

Sin una buena razón, no vale quejarse

Salvo que tengamos una buena razón para no ir a votar (como que tenemos una ideología contraria al sistema democrático), no perdemos nada por agarrar el DNI y salir corriendo al colegio de nuestro barrio que tengamos asignado.

Con la gran cantidad de personas que se abstienen, se podrían cambiar las cosas si votaran. Podrían dar un vuelco a la política, pero, en lugar de eso, prefieren pasar y luego quejarse de cómo está el mundo.

Cada vez que hay elecciones, suponen una nueva oportunidad para participar en la sociedad en la que vivimos cambiando algo o manteniendo lo que está (porque eso es decisión de cada uno). Una oportunidad para que nuestra voz se escuche, para que nadie decida por nosotros cómo vamos a vivir o nos quiten nuestros derechos.

Lee los programas electorales y vota a aquel que más defienda tus intereses y si no encuentras ninguno entre los partidos mayoritarios, vota al partido más ridículo que encuentres, pero vota. Una sociedad que no se mueve es una sociedad que no cambia, no mejora, no evoluciona. Unos ciudadanos inactivos que no defienden sus ideales no pueden aspirar a nada más que lo que les dan y eso no debería suceder nunca en democracia, que no es otra cosa que el gobierno del pueblo.

 

Periodo de exámenes; 10 claves para superarlo con éxito
31 May 2024

Periodo de exámenes; 10 claves para superarlo con éxito

Todo el mundo sobrevive al periodo de exámenes, pero algunos sobreviven bastante mejor que otros. ¿De qué tipo quieres ser tú?

periodo de exámenes

 Para algunos afortunados están a punto de terminar, pero a muchos otros aún les quedan varias semanas de estudio y reclusión (e, incluso, recuperaciones): en efecto, hablamos de los temidos exámenes finales.

Tanto si hemos llevado al día la materia como si nos acabamos de dar cuenta de junio es el mes que va después de mayo, debemos tener en cuenta una serie de pautas cuando nos sentemos a estudiar si queremos facilitarnos la vida y sacar nuestro eTítulo sin problema:

1. Preparar el lugar de estudio

A ser posible, debe tratarse de un sitio exclusivo para estudiar y es vital que esté bien iluminado y sea tranquilo. Si encima es fresco, mucho mejor, que el calor da mucho sueño y dificulta la concentración.

Asimismo, es muy aconsejable que evitemos tener cerca fuentes de distracción, como la televisión, el móvil o el ordenador, pero si no podemos evitarlo, al menos deberíamos usar alguna app que limitase las notificaciones. Por último, sería genial si pudiéramos contar con una mesa grande donde nos quepan todos los materiales y con una silla adecuada para que no nos quedemos sin espalda antes de tiempo.

Ah, y, por supuesto, hay que recordar que estudiar tumbado en la cama está completamente prohibido salvo que queramos perder el tiempo por completo.

2. Todo planificado

Podemos utilizar una agenda de papel o aplicaciones como Remember The Milk pero lo más importante a la hora de planificar nuestras horas de estudio es que seamos realistas. De nada servirá que dediquemos parte de nuestro tiempo a distribuir las tareas si luego no cumplimos con el horario que nos hemos propuesto. Para evitar esto último, hay que intentar no agotarse y, para eso, no hay que hacer periodos de estudio de más de dos horas seguidas, por lo que tendremos que programar descansos y seguirlos también. La técnica pomodoro puede ayudarnos mucho con esto.

3. Manos a la obra

Un error muy frecuente consiste en lanzarse a estudiar sin haber trabajado previamente los apuntes. Por ello, se recomienda que sigamos una serie de pasos:

  1. Realizar una lectura rápida de nuestros apuntes para ver si nos falta algo (y pedirlo) y para intentar captar con conceptos clave a los que el docente dio más importancia.
  2. La lectura comprensiva puede parecernos pesada, pero, en realidad, nos ahorra muchísimo tiempo porque evita que tengamos que releer. No hace falta abarcarlo todo, sino ir entendiendo y trabajando punto por punto.
  3. Subrayar las palabras clave. Nunca párrafos enteros y usar los colores para diferenciar los conceptos (la memoria visual también es una gran aliada con la que contar). Si no usamos fosforitos, se nos cansará menos la vista.
  4. Organizar lo subrayado en un esquema, resumen o flash cards. Por favor, que los resúmenes no sean más extensos que El Quijote. Hay que sintetizar y apuntar solo lo más importante. El resto deberíamos sacarlo de cabeza al ver las ideas principales.

4. Autoevaluar lo estudiado

Antes de dar por concluida la jornada, es importante que autoevaluemos lo que hemos estudiado. Podemos hacerlo nosotros mismos o pedir a alguien que nos pregunte. Esto nos va a servir tanto para repasar el temario como para saber qué aspectos debemos reforzar antes de presentarnos al examen. Otra forma de saber cómo lo llevamos es explicarle a otra persona lo que hemos estudiado punto por punto. Es lo que se conoce como el método Feynman y es, de calle, una de las mejores técnicas de estudio que hay.

5. El periodo de exámenes no tiene por qué ser una época solitaria

La unión hace la fuerza, dos cerebros piensan mejor que uno…Los refranes tienen razón y, aunque hay una parte del estudio que no podemos hacer en grupo (leer y subrayar el temario, por ejemplo), el periodo de exámenes es mucho más llevadero si lo compartimos con otras personas. Eso sí, siempre que no sean una distracción y trabajemos bien juntos aportando cada uno nuestro grano de arena. Hay muchas técnicas de estudio para trabajar en grupo o en parejas que son realmente eficaces.

6. Cambiar de aires

Como hemos aclarado en el primer punto, es importante disponer de un espacio exclusivo para el estudio, pero eso no quiere decir que no podamos alternar con otros lugares. Bibliotecas públicas, parques o, incluso, cafeterías tranquilas y con un buen aire acondicionado pueden servirnos para romper la rutina y relajar la mente.

7. Practicar deporte a diario

Sí, sabemos que en periodo de exámenes valoramos cada minuto de nuestro tiempo como si fuese oro y que el sofá es demasiado tentador tras una larga jornada de estudio, pero el deporte nos ayudará más de lo que parece.

Realizar ejercicios aeróbicos, como correr, nadar o montar en bicicleta, nos relajará y hará que liberemos el estrés que vamos acumulando, pero no solo eso, al hacer deporte también nos sentimos mejor y se ha demostrado que su práctica diaria produce cambios en el estado de ánimo que mejoran nuestra concentración y memoria.

8. Cuidar la alimentación en periodo de exámenes

Reducir el consumo de estimulantes como el café y las bebidas energéticas en favor de una alimentación sana y equilibrada deberíamos hacerlo siempre, pero, en el periodo de exámenes, mucho más porque el desgaste cerebral es mil veces mayor y necesitamos llegar al final sin quedarnos catatónicos.

Para cuando necesitemos un chute extra de energía, recordemos que la yema de huevo, las legumbres, los frutos secos y el chocolate son productos que nos aportan energía y vitalidad en poco tiempo.

9. Dormir ayuda a recordar

Mientras dormimos, el cerebro se recupera de la jornada curando aquello que deba curarse (tanto física como emocionalmente) y asentando nuestros recuerdos. Si estudiamos como locos, pero no dormimos, cuando llegue el examen nos va a costar hasta recordar nuestro nombre.

10. Divertirse también es esencial durante el periodo de exámenes

Estamos en época de examen y es evidente que la máxima prioridad debe ser estudiar, pero podemos (y debemos) sacar algo de tiempo para dedicar a nuestras aficiones y también a nuestros amigos, parejas o familiares. ¿Por ellos? ¿Para que no sientan que los abandonamos? No. Por nosotros. Porque desconectar es imprescindible también durante el periodo de exámenes para no volvernos locos.

¡Mucho ánimo y suerte!

 

Cómo alternar las técnicas de estudio para subir las calificaciones
26 May 2024

Cómo alternar las técnicas de estudio para subir las calificaciones

Los exámenes ya están aquí. ¿Conoces las mejores técnicas de estudio para subir tus calificaciones y cómo alternarlas para sacarles todo su potencial?

calificaciones

Hay muchísimas técnicas de estudio que podemos utilizar para sacar nuestro eTítulo universitario con las mejores calificaciones: lectura comprensiva, subrayado, dibujos, fichas, mapas mentales, autotests…, pero el truco fundamental no está en aplicar una u otra, sino en irlas alternando de la forma más adecuada para obtener un mayor rendimiento.

La tecnología es nuestra amiga

La tecnología puede ayudarnos mucho en los estudios, por eso debemos usarla, pero de forma lógica y evitando que nos haga perder la concentración.

Hay numerosas aplicaciones que limitan el sonido o los iconos de entrada de mensajes mientras estudiamos para que no estemos continuamente comprobando el Whatsapp o las redes sociales, por ejemplo Ommwriter o SelfControl.

También hay aplicaciones que nos ayudan con determinadas materias para que podamos mejorar nuestras calificaciones en aquellas en las que tenemos más dificultad. Otras, nos sirven para organizarnos, como el calendario de Google, entre otras, y así poder tener, a golpe de vista, todos los exámenes y trabajos que tenemos en cada mes.

Así que sí, la primera técnica de estudio que debemos utilizar siempre es la del orden y la planificación, porque es imprescindible que, en el tiempo que dedicamos a estudiar, nada nos distraiga y que llevemos un calendario de estudio eficiente para que nada nos pille por sorpresa última hora.

Combinaciones ganadoras para aumentar las calificaciones

Como decíamos, no se trata de aplicar una u otra técnica de estudio, sino de sacar el máximo rendimiento a nuestro tiempo de estudio alternando las más adecuadas para cada momento.

Veamos varias de ellas y cómo alternarlas:

Lectura comprensiva y subrayado

Siempre, cuando empezamos a estudiar, toca hacer una lectura comprensiva y subrayar el texto, pero hay que hacerlo bien para que no tengamos que repetir este proceso diez veces y el estudio se haga insoportable.

Si hacemos una buena lectura comprensiva y entendemos realmente todo lo que leemos, nos será mucho más sencillo hacer un subrayado eficaz de forma que nuestros libros no sean fosforitos, sino que solo marquemos lo que importa. Ahorraremos tiempo, tinta y los repasos serán más fáciles y rápidos.

Esquemas, mapas mentales, dibujos y fichas de estudio

Una vez que hemos leído y subrayado, podemos empezar a resumir, y el propio resumen puede ser, según memoricemos mejor, tipo esquema (con fichas que podamos repasar en cualquier parte), o mapas mentales que diseñemos para activar nuestra memoria visual o, con las materias que se pueda, dibujos. De esta forma, la retención de lo que hemos estudiado será mucho mayor porque vamos a distinguir muy bien entre la parte superficial de los textos (el relleno) de lo que es esencial (las ideas principales que debemos estudiar en profundidad).

Autotest e intercambio de información

La fase final de nuestro estudio es la más importante y, por eso, debemos usar las técnicas de estudio que han demostrado científicamente ser más eficaces.

Crear exámenes y responderlos es una de las maneras mejores de aprender, porque no solo debemos conocer la respuesta, sino que, además, nos permite hacer la pregunta, lo que demuestra que podemos diferenciar las cosas importantes y entenderlas. Además reforzará nuestra confianza cara al examen y nos ayudará a memorizar más rápido.

Por otro lado, una vez que hemos estudiado la materia, es buenísimo que quedemos con algún compañero y podamos hacer un estudio colaborativo, porque si podemos explicarlo con nuestras palabras (y sin la tensión de hacerlo en el examen) es que nos lo sabemos.

Tal y como marca el método Feynman, si podemos explicarlo, hemos interiorizado el conocimiento y podemos ponerlo en palabras. Si no pudiéramos estudiar físicamente con ningún amigo o nos damos cuenta de que, en vez de estudiar, nos distraemos el uno al otro, puede servir crear foros online con nuestros compañeros de clase para intercambiar conocimientos, posibles preguntas de examen y sus respuestas, de tal forma que ampliemos conocimientos y nos motivemos los unos a los otros.

El truco final para que nuestras calificaciones se disparen

Si hemos estudiado con tiempo y queremos hacer un examen de matrícula, podemos ampliar un poco nuestros apuntes investigando por nuestra cuenta sobre la materia. Tampoco se trata de hacer un ensayo de cada asignatura, pero una investigación propia nos ayudará a diferenciarnos del resto de los compañeros, demostrará nuestro gran interés y nos ayudará a afianzar aún más los conocimientos que ya teníamos y a relacionar conceptos separados para alcanzar un conocimiento más profundo.

¿A qué esperas? ¡Muchísima suerte y a subir esas calificaciones!

 

Consejos para gestionar el tiempo y reducir el estrés
15 May 2024

Consejos para gestionar el tiempo y reducir el estrés

El tiempo es un recurso valioso y limitado, sobre todo cuando estamos estudiando. Aprender a gestionarlo bien es aprender a vivir mejor ¿te apuntas?

Gestionar eficientemente el tiempo puede marcar la diferencia entre el éxito académico y el fracaso, por eso es bueno aplicar una serie de trucos básicos para optimizar el tiempo, reducir el estrés y llevarnos nuestro eTítulo con un expediente brillante.

Priorizar tareas

Estudiar una carrera nos llena la agenda de un montón de actividades diarias y de compromisos semanales, por eso es crucial identificar las tareas más importantes y urgentes y concentrarnos en ellas primero.

Para empezar, ayuda hacer una lista con todas las tareas que tengamos pendientes y después identificar cuáles son más urgentes.

Podemos usar lo que se conoce como matriz de Eisenhower, que es, precisamente, una herramienta de gestión del tiempo que nos ayuda a clasificar las tareas en función de su importancia y urgencia. Para ello, debemos dividir lo que debemos hacer en cuatro cuadrantes: importante y urgente, importante pero no urgente, urgente pero no importante, y ni urgente ni importante.

Pero, además, hay que reevaluar constantemente. El proceso de priorización no es estático; es importante revisar y ajustar nuestras prioridades regularmente a medida que van cambiando nuestras circunstancias y objetivos.

Organización de la agenda

Es esencial que usemos algún tipo de herramienta de planificación como agendas o aplicaciones móviles para organizar nuestros horarios y compromisos. Una agenda bien organizada nos ayudará a mantener el control sobre nuestras actividades y a saber exactamente qué tareas tenemos pendientes cada día.

Establecer objetivos claros

Antes de comenzar a trabajar en una tarea, debemos asegurarnos de tener claro cuál es el resultado que esperamos obtener. Al establecer objetivos específicos y medibles para cada tarea antes de comenzarla, nos mantendremos más enfocados y evitaremos estar dando vueltas a cuestiones que podrían hacernos perder tiempo en actividades irrelevantes.

Establecer metas alcanzables

Dividamos nuestros objetivos académicos en metas más pequeñas y alcanzables. Establecer metas realistas nos ayudará a mantenernos motivados y enfocados en nuestros estudios, pero también a ir cerrando etapas y a gestionar mejor el tiempo.

También es importante ser realistas y no sobrecargarnos con más tareas de las que podemos manejar. Es importante ser conscientes de nuestras capacidades y también de las limitaciones, además de tener en cuenta que existen los imprevistos y el agotamiento.

Eliminar de distracciones

Sabemos que esto nos lo dicen hasta la saciedad, pero es vital que seamos capaces de resistir la tentación de estar consultando el teléfono cada 5 segundos o escuchando música mientras leemos el tema que debemos estudiar.

Es importante que encontremos un lugar tranquilo y libre de distracciones para concentrarnos mejor, porque si no, tardaremos más horas en estudiar el temario y perderemos un tiempo valioso que podríamos emplear en hacer otra cosa que nos guste más que estar haciendo como que estudiamos mientras miramos Instagram.

Técnica pomodoro

Como ya hemos explicado otras veces, la técnica pomodoro es una estrategia efectiva para mejorar la concentración y la productividad. Consiste en trabajar durante períodos cortos de tiempo (25 minutos) seguidos de breves descansos (5 minutos). Así, durante la fase de trabajo estaremos plenamente concentrados.

Buscar apoyo y colaboración

No dudemos en pedir ayuda cuando la necesitemos. Busquemos el apoyo de nuestros profesores o compañeros de clase. A veces, las cosas en equipo se aprenden mucho mejor y de forma más divertida.

Aprender a decir que no y a no sobrecargarnos

Establezcamos límites claros y aprendamos a decir no a actividades o compromisos que puedan interferir con nuestro tiempo de estudio o descanso.

Tampoco está bien sobrecargarnos de tareas y dejar el ocio para cuando nos graduemos. Si somos capaces de aprender a gestionar bien el tiempo, no tendremos que renunciar a demasiadas cosas y tendremos una vida más satisfactoria.