Oposiciones y salud mental: Qué nos daña y cómo controlarlo

17 Dic 2023
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Oposiciones y salud mental: Qué nos daña y cómo controlarlo

Prepararse para unas oposiciones es duro y entraña ciertos riesgos para la salud mental que no se deben subestimar. Reconocerlos y prevenirlos es clave para tener éxito en los exámenes.

oposiciones

Prevención, esa preciosa palabra

El proceso de preparar unas oposiciones no solo es un desafío intelectual, sino que también ejerce una gran presión sobre nuestra salud mental. Evidentemente, si el esfuerzo y dedicación que suponen no valiese la pena, nadie las haría. Tenemos claro que la salida laboral que ofrecen es una meta suficientemente buena como para ponerse a ello y sacrificar ciertas cosas, pero no lo es si, en el proceso, dañamos nuestra salud mental.

La buena noticia es que, si ponemos las medidas adecuadas para prevenir los «efectos indeseados» de preparar unas oposiciones, vamos a poder evitarlos o atenuarlos y nuestra estabilidad emocional no se verá afectada.

Pero para poder entender qué debemos hacer, antes hay que saber qué es lo que nos daña. Veamos algunos de los citados «efectos indeseados» de preparar unas oposiciones:

1. El Peso de la incertidumbre

Además de que la naturaleza extremadamente competitiva de las oposiciones supone una carga constante de incertidumbre en forma de dudas sobre nuestra propia valía. El hecho de no saber nunca si todo el esfuerzo se traducirá en un éxito, puede ser realmente angustioso, lo que va a generarnos estrés y ansiedad constantes que mermarán nuestra salud mental a lo largo del proceso.

2. Una rutina solitaria

El aislamiento que necesitamos para preparar las oposiciones, aunque sea autoimpuesto en muchos casos, se convierte en una traba para nuestro bienestar emocional. La intensa rutina de estudio reduce nuestras interacciones sociales y nos lleva a un estado de soledad que puede afectarnos negativamente si no estamos acostumbrados.

3. Presión social e impacto en las relaciones personales

Sumado al aislamiento anterior, está el hecho de que nuestros allegados demandan más de nosotros de lo que podemos darles. Es normal, están acostumbrados a nuestra presencia y nos echan de menos, pero no se dan cuenta de el daño que pueden hacernos. Hay decenas de frases hechas que vamos a oír por parte de nuestro entorno durante todo el proceso: Quédate un rato más, ya estudiarás mañana, también tienes que descansar, seguro que ya te lo sabes, un día es un día

Obviamente, lo hacen con buena intención, pero para los opositores supone tener que resistirnos constantemente a las tentaciones, sentir la presión social y la culpa por tener que negarnos, la culpa también si no nos negamos, el miedo a que acaben por no contar con nosotros si decimos que no a menudo…

El foco intenso en los estudios puede distanciarnos de amigos, familiares y parejas y generar, tensiones adicionales que contribuyen al deterioro de nuestra salud mental.

 4. Expectativas desmesuradas

La percepción de las expectativas sociales y la autoexigencia crean un caldo de cultivo para la presión. La sensación de tener que cumplir con estándares poco realistas puede desencadenar ansiedad y estrés.

5. Agotamiento continuo

El agotamiento no es solo físico sino también mental. La fatiga derivada de largas horas de estudio puede manifestarse en síntomas como falta de concentración, irritabilidad y apatía; señales claras de que la salud mental está en juego.

6. Impacto en la autoestima

Los reveses inevitables durante la preparación pueden impactar significativamente en la autoestima. Eso por no hablar de la posibilidad más que probable de no sacar una plaza a la primera. Cada tropiezo puede sentirse como un golpe a la confianza en uno mismo.

7. Falta de gratificación inmediata

La preparación de oposiciones es un proceso de larga duración sin recompensas inmediatas. La ausencia de gratificación instantánea puede afectar la motivación y generar sentimientos de desánimo y desgaste emocional.

8. Sobrecarga de información

La cantidad abrumadora de información que se debe absorber puede generar una sobrecarga cognitiva. Esto no solo agota los recursos mentales, sino que también puede contribuir a experimentar ansiedad y sensación de estar abrumados y sobrepasados.

9. El tiempo como enemigo

La presión sobre tiempo puede convertirse en un enemigo constante. La sensación de no tener suficiente tiempo para cubrir todos los temas puede generar un estrés adicional que afecta directamente la salud mental.

Cómo cuidar nuestra salud mental durante la preparación de oposiciones: estrategias cruciales

Ahora que conocemos al monstruo, veamos cómo matarlo. Preparar unas oposiciones no tiene por qué ser un camino hacia la locura y el aislamiento social. Con una buena planificación y conociendo todo lo que puede dañarnos, podremos prepararnos para el examen sin dañar nuestra salud mental en el camino.

1. Aprender técnicas de manejo del estrés

Aprendamos y practiquemos técnicas de manejo del estrés como una asignatura más. Desde la meditación hasta técnicas de respiración, estas estrategias serán tremendamente valiosas para mantener la calma y preservar nuestra salud mental.

2. Establecer metas realistas

Cuando preparamos unas oposiciones (sobre todo al principio) a menudo caemos en la trampa de establecer metas poco realistas. Es fundamental definir objetivos alcanzables y evitar así la presión innecesaria y las decepciones catastróficas.

3. Crear rutinas saludables

Una rutina equilibrada es clave. Incorporar tiempo para el estudio, descanso, ejercicio, buena alimentación y actividades recreativas crea un equilibrio que contribuye a una mejor salud mental. Si no podemos presentarnos en la próxima convocatoria, será para la siguiente, pero no debemos darnos un atracón de estudio. Nuestra salud mental depende de que tengamos tiempo para todo y enfrentar una oposición es una maratón, no una carrera de velocidad.

4. Cuidar nuestras redes de Apoyo

La soledad es perjudicial por lo que necesitamos redes de apoyo sólidas. Hay que cuidar las que ya tenemos y aprender a explicar con asertividad cuáles son nuestras necesidades en estos momentos.

También resulta muy gratificante compartir experiencias con otros opositores porque se crea un sentido de comunidad que mitiga el aislamiento. Es crucial encontrar un equilibrio entre el estudio y la conexión con otros aspirantes con los que compartir experiencias y estrategias.

5. Descanso sin Remordimientos

El descanso es fundamental. Aceptemos que tomarnos tiempo libre no es un lujo, sino una necesidad. Dejemos la culpa para otras cuestiones; el descanso no es una opción si queremos mantener la salud mental a largo plazo.

6. Fomentar una mentalidad positiva

Cultivemos una mentalidad positiva. Enfrentar los desafíos con optimismo no solo alivia el estrés, sino que también fortalece nuestra salud mental.

7. Buscar ayuda profesional

No subestimemos el poder del apoyo profesional. Buscar la ayuda de un psicólogo o consejero puede ser una estrategia efectiva para manejar la carga emocional asociada con la preparación de oposiciones.

8. Variar los métodos de estudio

La monotonía puede aumentar el estrés. Diversifiquemos nuestros métodos de estudio para mantener las cosas frescas y evitar la fatiga mental. En el blog y redes sociales de eTítulo tendremos contenidos que nos ayudarán a encontrar la fórmula para eliminar la monotonía del estudio.

9. Pequeñas celebraciones

Celebremos nuestros logros, grandes y pequeños. Reconocer y celebrar los hitos durante la preparación refuerza nuestra motivación y evita que el desgaste emocional que produce la falta de gratificación a corto plazo.

10. Flexibilidad ante los desafíos

Finalmente, seamos flexibles. La adaptabilidad a los desafíos inesperados es clave para mantener la salud mental. Aceptar que no todo saldrá según lo planeado nos permite enfrentar los obstáculos con mayor tranquilidad.

 

Escrito por  root

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