Los 5 secretos para hacer una buena exposición

20 Feb 2022
Nuestro blog
0 Comment
Los 5 secretos para hacer una buena exposición

Ya sea para presentar un proyecto empresarial o un trabajo académico, la calidad de la exposición va a contar mucho. Veamos las claves para que salga redonda.

exposición

Lo que entra por los ojos

Es evidente que la calidad del trabajo o proyecto que vayamos a presentar es lo primero que debemos cuidar, pero si pensamos que con eso vale, estamos muy equivocados: a la exposición hay que ponerle el mismo esfuerzo y dedicarle el tiempo suficiente para que quede en los tribunales la impresión que deseamos causar.

A lo largo de la carrera, hasta que tengamos el eTítulo y luego quizá también en nuestro trabajo, vamos a tener que hacer unas cuantas exposiciones. Cuanto antes les perdamos el miedo y dominemos la técnica, mucho mejor.

Es típico poner todo el esfuerzo en los contenidos y olvidarnos de la parte visual y eso es un gran error. Comunicar bien nuestra idea hará que el tribunal la valore mucho más, que ponga atención en ella y que la recuerde después.

Vamos a ver cómo preparar una buena exposición paso a paso:

1. Guion preliminar

La primera parte que tenemos que trabajar para hacer una exposición ante un tribunal o una clase consiste en hacer un pequeño guion de lo que queremos decir. Qué partes son esenciales, dónde vamos a resumir, en qué orden queremos contarlo, etc.

Solo es un pequeño esquema que nos va a ayudar a organizar nuestra mente y también a crear los recursos audiovisuales que servirán de soporte durante la presentación.

2. Recursos visuales

Basándonos en el guion, llega el momento de hacer una presentación visual. Puede ser con el programa Prezzi o con otros del estilo que nos permitan hacer presentaciones animadas, pero lo más normal, práctico y aceptado es el PowerPoint.

Diseñar una presentación con PowerPoint es, como todo el mundo sabe, extremadamente sencillo, pero debemos seguir una serie de normas para que no nos pongamos palos en las ruedas.

Como esas «normas» se detallan pormenorizadamente en el enlace anterior, no vamos a volver a explicarlas, pero básicamente, es importante que recordemos que un apoyo visual no debe contener apenas texto y que tampoco es bueno que sean demasiado recargadas para que no generen estrés visual en el espectador.

3. Tarjetas

Una vez que tenemos el guion y la presentación, toca preparar la exposición. Para eso, lo más cómodo es hacer una serie de tarjetas o fichas donde anotemos qué decir en cada diapositiva. Hay que ir asociando imagen con explicación y tener en cuenta el tiempo total que nos han dado para hacer la exposición. Así sabremos, más o menos, cuánto nos podemos detener en cada diapositiva y adaptar el contenido de cada tarjeta.

4. Ensayar es más que repetir

Hacer una buena exposición no significa recitar las cosas como un papagayo. El tener una buena memoria nos va a facilitar aprendernos rápidamente las tarjetas e incluso el no tener que recurrir a ellas durante la exposición, pero no se puede hablar a un tribunal recitando algo de memoria como si fuese un padrenuestro precipitado. Hay que hacer pausas, respirar y dar sentido a lo que decimos con la entonación apropiada y, por eso, lo que más nos va a ayudar es ir repitiendo cada tarjeta en voz alta según avanzamos la presentación y grabarnos en vídeo al mismo tiempo.

Así podremos vernos y escucharnos, corregir la forma de hablar o los gestos e incluso mostrárselo a otros para que nos hagan sugerencias.

El tiempo necesario para ensayar no es el tiempo necesario para aprenderse de memoria una pocas fichas, sino para que hagamos una buena exposición. De hecho, es más importante comunicar bien lo que queremos decir que tener que mirar de vez en cuando las tarjetas.

5. Vocalizar, mirar, moverse, vestirse…

En una exposición hay nervios y miedo a pasarse del tiempo, pero eso no es excusa para no esforzarse en pronunciar bien. Hay que mirar al frente, sacar la voz y pronunciar cada palabra. Por eso, haber ensayado adecuadamente es tan importante.

Tampoco podemos tener la mirada puesta todo el tiempo en nuestras tarjetas o en el PowerPoint porque tenemos un público que se sentirá desatendido. Debemos pasar la mirada por toda la sala de forma pausada y no estar excesivamente serios.

También es bueno que nos movamos o que adoptemos una expresión corporal relajada y abierta e incluso que interactuemos con nuestro público haciendo preguntas sencillas.

Nuestro atuendo debe ser el adecuado para la situación; sin pasarnos de elegantes, pero que tampoco parezca que nos da igual todo. Es bueno que la ropa que llevemos nos haga sentir bien y sea cómoda. Una ropa que nos represente, porque si sentimos que estamos disfrazados, se notará que no estamos a gusto.

Los colores deben ser discretos y mejor huir de los estampados. Hay que pensar en no generar un cansancio visual entre nuestra ropa y los recursos audiovisuales.

Como resumen, lo que debe quedar claro es que para hacer una buena exposición lo más importante es dedicar tiempo a los ensayos y no dejar nada al azar. Es nuestra exposición y debemos haberlo previsto todo para tener el control de lo que ocurra y causar la mejor impresión.

Escrito por  root

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *