¿Cómo expresar desacuerdo en una entrevista de trabajo?

2 Ago 2020
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¿Cómo expresar desacuerdo en una entrevista de trabajo?

Una entrevista de trabajo pone nervioso a cualquiera, pero eso no significa que tengamos que decir que sí a todo. Disentir educadamente también puede ser muy positivo.

entrevista de trabajo

Parece que para conseguir un trabajo debemos parecer dispuestos a aceptar cualquier cosa y a estar de acuerdo en todo lo que nos diga el entrevistador, pero eso no es cierto. Saber defender nuestras opiniones con argumentos y respeto también es muy importante tanto para causar buena impresión (si lo hacemos correctamente) como para no aceptar algo que después nos hará infelices. Tener un eTítulo (una copia electrónica de nuestro título universitario) también facilitará que tengamos acceso a más entrevistas y que podamos elegir el trabajo que más nos guste.

Las buenas empresas quieren gente proactiva

Es normal que queramos agradar al entrevistador para que nos seleccione, pero eso no quiere decir que no opinemos sobre nada o que no podamos mostrar nuestro desacuerdo. Si optamos a un puesto en el que tenemos experiencia o conocimientos, lo lógico es que demos nuestra opinión para demostrar que podemos aportar algo más que servilismo sumiso.

Si nos mostramos encantados con cualquier cosa que nos digan, el responsable de recursos humanos podría pensar que no tenemos criterio propio o que estamos intentando agradar demasiado y eso no es tan atractivo como pueda parecer.

Para una empresa que está buscando personal cualificado es importante que los candidatos puedan aportar nuevos conocimientos o maneras diferentes de proceder. Esto enriquece la productividad mucho más que el sí a todo, porque puede aportar soluciones creativas y actualizar los procesos empresariales. Es lo que se conoce como pensamiento lateral y tenerlo o cultivarlo nos va a aportar grandes beneficios a la hora de hacer una entrevista de trabajo y de, finalmente, trabajar en la empresa que más nos guste.

La mano izquierda

Como decíamos, es posible manifestar desacuerdo con el entrevistador, pero nunca de malas maneras o aparentando prepotencia. Es importante que, ante un desacuerdo, sepamos proceder de la forma más adecuada.

En primer lugar, hay que saber qué batallas nos interesa librar y cuáles no. Por ejemplo, no deberíamos nunca caer en la trampa de reaccionar ante un comentario personal de tipo ideológico que pueda hacer el entrevistador, por muy en desacuerdo que estemos con él. Si nos sentimos acorralados, mejor intentar cambiar de tema con una sonrisa cortés y haciendo una pregunta relacionada con el trabajo para distraer la atención. Si el entrevistador insiste en temas similares, podemos decir tranquilamente que preferimos no pronunciarnos en ese tipo de asuntos y que es una pregunta ilegal en una entrevista de trabajo.

En cambio, si se trata de un desacuerdo en cuanto al procedimiento y es un desacuerdo fundado (por ejemplo, si nosotros hemos trabajado con un método más eficaz, si sabemos que se están usando herramientas obsoletas o cuestiones similares), entonces debemos decirlo, pero siempre con respeto y humildad. Una manera diplomática de disentir en esta situación sería buscar un ejemplo basado en la experiencia y formular nuestras diferencias a modo de pregunta. Por ejemplo:

– ¿Puedo hacerle una pregunta? Cuando estuve trabajando en empresa A, usábamos el programa X2 para la tarea que me describe porque, en comparación con el X1 que usan aquí, la eficacia aumentaba en un 30 %. Me parece que el X1 es una herramienta muy buena también, pero ¿han considerado cambiar a la X2 para aumentar su productividad?   

Si el motivo del desacuerdo son las condiciones laborales, la cuestión es algo más peliaguda, pero igualmente podemos decirlo por si se plantean mejorar la oferta.

Queremos un trabajo que dure

Si decimos que sí a todo y luego no estamos conformes con la mitad de las cosas, se va a notar en nuestra actitud diaria y se sabrá que mentimos en la entrevista. Poco a poco perderemos la poca ilusión con la que empezamos y nuestro rendimiento será menor. Encontrar un buen trabajo es difícil, pero no imposible, así que mucho mejor si intentamos que nos dure. La entrevista es un buen momento para sentar unas bases sobre lo que queremos y lo que no y para, también, mostrar al entrevistador quiénes somos y qué podemos aportar.

Prepara la entrevista

Si el trabajo nos interesa de verdad, más nos vale preparar la entrevista con tiempo. Y prepararla no consiste solo en estar presentables o repasar nuestros conocimientos sobre comunicación no verbal, también hay que investigar acerca de la empresa, sus funciones, sus métodos de trabajo, etc. Cuanto más sepamos sobre ellos, más impresionaremos al entrevistador y no porque recitemos todas las actividades de la empresa y el nombre de sus directivos por orden alfabético, sino porque podremos hacer preguntas más oportunas y demostrar tanto nuestro interés como nuestras ideas para mejorar algo concreto.

Marca el tiempo

Una entrevista de trabajo supone una relación vertical de desigualdad de poder en la que es el entrevistador el que marca los tiempos. A pesar de que es lógico respetar eso, tampoco debemos dejarnos amedrentar por la situación; si en algún momento necesitamos algo más de tiempo para pensar la respuesta a una de las preguntas, no debe darnos vergüenza pedirlo y, sin enrollarnos, dar una respuesta algo más amplia en un momento dado. No todo es blanco o negro y, pase lo que pase, siempre es mejor salir de la entrevista sabiendo que no nos hemos dejado nada importante en el tintero.

No discutas

Si en un momento dado expresamos nuestro desacuerdo con alguna cuestión y el entrevistador nos lleva la contraria, no debemos discutir en ningún caso. Responder con un «tiene usted razón, no lo había visto de esa forma» o algo por el estilo será mucho mejor que dar a entender que el entrevistador no tiene ni idea. Hay que respetar el hecho de que, en una entrevista de trabajo, la persona que nos está evaluando tendrá la razón y punto (aunque no sea así). Mejor hacer el apunte mental de cuál ha sido su respuesta y luego decidir si queremos o no trabajar para esa empresa.

Preguntas ilegales

Ya os hemos hablado en profundidad de cuáles son las preguntas ilegales y cómo contestarlas, pero para hacer un repaso rápido: en una entrevista de trabajo, no pueden preguntar nuestra edad, nuestras actividades de ocio, nuestra ideología o credo, nuestra situación familiar, nuestro origen étnico, cómo estamos de salud, etc. Ante preguntas de ese calibre, debemos expresar educadamente nuestro rechazo.

 

 

 

Escrito por  root

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