Exámenes de septiembre: cómo prepararlos

Exámenes de septiembre: cómo prepararlos

Aquí estamos, mediados de agosto, todo el mundo de vacaciones y nosotros pensando en que se acercan los exámenes de septiembre. Si no hemos empezado aún a estudiar, ya va siendo hora: ha llegado el momento de dejar las excusas y ponerse en serio.

exámenes de septiembre
Horario

El secreto para poder estudiar y disfrutar del verano al mismo tiempo es la organización. Si no tenemos aire acondicionado, es importante que evitemos las horas de más calor en las que nos va a costar más concentrarnos. Nosotros decidimos: o nos levantamos muy temprano y aprovechamos la mañana o estudiamos por la noche. Debemos escoger el horario que mejor nos convenga, pero hay que cumplirlo sin excusas.

Tiempo de estudio

Dependiendo de la cantidad de asignaturas que tengamos que recuperar y de la dificultad que conlleven, deberemos dedicar más o menos tiempo. Pero hay que calcularlo de antemano para que luego no nos pille el toro.

Descansos

Como siempre, para mantener nuestra concentración, necesitamos hacer descansos breves cada hora o cada hora y media, por lo que es preciso contar con esos minutos perdidos para diseñarnos el horario. No hay que pegarse atracones de 12 horas sin parar tres días antes, lo que hay que hacer es empezar con tiempo y estudiar un poco cada día.

En el lugar apropiado

Irse a la playa o a la piscina con los apuntes, todos sabemos que no funciona. La intención está ahí, pero las distracciones también. Si nos organizamos bien, sacaremos tiempo para todo, pero debemos estudiar en un lugar apropiado con buena temperatura, luz natural y sin distracciones. Crear un buen espacio de estudio es esencial para mejorar nuestra concentración y rendimiento.

Motivación

Generalmente, si nos han quedado asignaturas para septiembre es porque son las más complicadas o las que menos nos gustan, pero aun así hay que aprobarlas, y si otros han podido, nosotros también podremos. Solo hay que sacudirse la pereza y empezar a estudiar. Habrá que dedicar más tiempo a las asignaturas que más nos cuesten y menos a las más sencillas. Si nos las sacamos de encima, el año que viene tendremos menos trabajo y nos resultará más ameno el curso.

Fuera inseguridades

Lo de «no valgo», «a mí esto no me entra» y ese tipo de pensamientos, no sirven para nada más que para que nos creamos incapaces. Podemos sacarlo como cualquiera, así que mejor dejamos de buscar excusas y nos ponemos a estudiar. Es una cuestión de trabajo y voluntad, habrá muchas cosas a lo largo de la carrera que nos hagan dudar, pero nunca debemos ser nosotros mismos los que nos dificultemos el camino.

Si empezamos ya y nos aplicamos unas cuatro o cinco horas diarias, tendremos tiempo de disfrutar del verano y de preparar nuestro examen sin agobios. Todo es cuestión de organizarse.

¡Mucho ánimo!

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