Aprende a ser más productivo

Para sacar buenas notas sin matarnos a estudiar tenemos que aprender a ser más productivos y sacar todo el rendimiento a las horas de estudio.
Ejercicio y meditación para empezar el día
Si no tenemos costumbre de ejercitarnos al despertar puede que la idea de hacerlo nos dé escalofríos, pero si nos obligamos a hacerlo durante un par de semanas, enseguida comprobaremos que nos hace sentir mucho mejor y terminaremos por acostumbrarnos e, incluso, lo echaremos de menos cuando no lo hagamos.
No se trata de matarse a hacer mil dominadas en ayunas, sino de hacer unos cuantos estiramientos y un poco de cardio para tener más energía. Con diez o quince minutos de ejercicio estaremos listos y si queremos hacerlo bien de verdad, deberíamos sumar otros diez minutos de meditación para tener la mente despejada y lista para trabajar.
Aprovechar las horas de máximo rendimiento
Las dos horas posteriores a que hayamos despertado son en las que nuestro cerebro rinde más, así que no perdamos el tiempo revisando las redes sociales y usemos ese tiempo con inteligencia. Es el momento de dedicarnos a las asignaturas más complejas o que requieran mayor concentración.
Evita distracciones
Mientras estemos estudiando hay que silenciar el móvil y dejarlo en otra habitación. Es importante que no se nos vayan las horas consultando el WhatsApp u otras redes. Para aumentar nuestra productividad, qué menos que intentar ser productivos y ya sabemos que hacer scroll es lo opuesto a eso. Ya habrá tiempo para hacerlo al acabar de estudiar.
Descansos frecuentes
Aunque parezca contraproducente cortar el estudio una vez que hemos cogido el ritmo, debemos hacer descansos si queremos aguantar. Mantenernos en una misma postura y haciendo una tarea que requiere mucha concentración es agotador, así que tenemos que obligarnos a levantarnos cada cierto tiempo y darnos un paseo, beber agua, estirar…
La técnica Pomodoro es estupenda para que llevemos un control del tiempo sin perder la concentración.
Variar las técnicas de estudio
El cerebro se cansa y pierde concentración cuando pasamos muchas horas haciendo lo mismo. Al final nos distraemos y terminamos sin enterarnos de lo que leemos. Para mantener esa concentración es importante ir cambiando de actividades. Usar diferentes técnicas de estudio nos permite aumentar nuestra productividad y no aburrirnos.
Horarios fijos
Somos animales de costumbres. Si nos creamos una rutina de estudio que cumplamos a rajatabla, nos dará menos pereza ponernos a estudiar y nos concentraremos mejor.
Comer bien
Llevar una dieta saludable aumenta nuestra productividad, porque tendremos todos los nutrientes necesarios para que nuestro cerebro trabaje correctamente y se canse menos.
Dormir lo necesario
El cerebro necesita soñar para recuperarse del cansancio. Mientras dormimos, nuestro cuerpo hace las reparaciones y ajustes necesarios para que todo funcione correctamente al día siguiente y, además, es el momento en el que se fijan en la memoria los conocimientos que hayamos adquirido. Si dormimos unas 8 horas al día los hombres y entre 9 y 10 las mujeres aumentaremos nuestra productividad y eso se notará en nuestros resultados académicos y en nuestra salud.
Desconectar
Además de matarnos a estudiar, también necesitamos desconectar, socializar y disfrutar de la vida. Si nos organizamos bien las horas de estudio y mantenemos una buena disciplina con los horarios, tendremos tiempo también para divertirnos y ver a nuestros amigos. Si somos felices y nos sentimos satisfechos rendiremos más y seremos más productivos.