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5 consejos para acceder al mercado laboral

5 consejos para acceder al mercado laboral

Cuando terminamos la carrera, entrar en el mercado laboral puede causarnos cierta ansiedad. Si te encuentras algo perdido, sigue estos consejos para prepararte:

Tiempos difíciles

Según están las cosas, parece que la única manera de conseguir entrar en el mercado laboral es rezándole a San Pancracio o teniendo un primo en un ayuntamiento, pero no hay que perder la esperanza: si somos perseverantes, tarde o temprano llegará.

Cuando terminamos nuestros estudios y nos enfrentamos por primera vez a la idea de encontrar un trabajo (y no cuenta el trabajo de relaciones públicas en la discoteca o el de repartidor de pizza que hicimos para sacarnos un sobresueldo mientras estudiábamos) se siente algo de vértigo. ¿Y ahora qué? -nos preguntamos- ¿Estoy realmente preparado para ejercer mi profesión?, ¿alguien va a contratarme sin tener experiencia?

La respuesta es que sí. Tarde o temprano alguien lo hará porque todas las personas que están trabajando o han trabajado a lo largo de su vida empezaron un día sin tener experiencia, pero lógicamente debemos poner de nuestra parte.

Seguir estos pasos puede ayudarnos:

1. Conócete a ti mismo

Si eres una persona tímida y odias hablar con gente desconocida, no busques trabajos de cara al público. Obvio ¿verdad? Pues no lo es tanto, porque muchas veces no nos paramos a pensar en nuestras propias fortalezas y debilidades antes de ponernos a echar currículos, y luego nos damos cuenta de que odiamos nuestro trabajo.

Siéntate un momento y piensa: ¿qué se me da bien?, ¿qué me gusta hacer?, ¿dónde destaco?, ¿qué es lo que se me da peor?, ¿qué cosas no me gusta hacer?, ¿cuáles son mis objetivos a corto, medio y largo plazo? Una vez que hayamos tenido esa pequeña reunión con nosotros mismos y hayamos escrito nuestras conclusiones, también es conveniente que busquemos a las personas que mejor nos conozcan y que les hagamos a ellas esas preguntas. ¿Qué crees que se me daría bien? ¿Cuáles crees que son mis fortalezas y mis debilidades? Aunque nuestra opinión es la que más debe importar, también es bueno escuchar lo que los demás ven. Conocernos un poco mejor nos ayudará a enfocarnos hacia uno u otro puesto y entraremos en el mercado laboral con mayor confianza en nuestra valía.

2. Mantén la calma

No es lógico pensar que por el simple hecho de haber echado unos cuantos currículos nos vayan a llamar al día siguiente. A veces hay suerte y otras no, por lo que no debemos desesperar. Como decíamos antes, el mercado laboral no pasa por su mejor momento, así que no hay que desmoronarse a la primera de cambio. Mejor asumamos desde el principio que la búsqueda puede llevarnos algo de tiempo. Conseguir un trabajo, sobre todo uno que merezca la pena, no es normalmente cosa de un rato. Hay que perseverar, mantener una actitud optimista y cargarse de paciencia. Al final aparecerá la oportunidad deseada.

3. Organización

La búsqueda de empleo requiere método y organización. Hay que anotar los lugares donde has entregado tu currículo y las fechas por si más adelante quieres insistir, ten también controlados los canales que has usado para hacerlo (teléfono, correos electrónicos, páginas web de empleo, empresas de trabajo temporal, etc.), y no te cortes a la hora de tratar de acceder a la plaza por distintos medios: puedes mandar la solicitud si has visto la oferta por Internet, pero también puedes entregar el currículo en mano o llamar por teléfono. No se trata de ser pesado, pero sí de demostrar interés.

4. Currículo visible y buena imagen pública

Crea un currículo que hable bien de ti, que sea el apropiado para el puesto al que aspiras y que sea honesto. Y no temas ser creativo: te dará más visibilidad. Además de tenerlo, crea tu perfil en LinkedIn, que es un gran complemento a tu CV y nada de olvidarte de él para siempre: ve modificándolo, actualizándolo, interactúa, haz networking

Mantén “presentables” tus redes sociales: dicen mucho de ti y las empresas las consultan. Habla con tus amigos y haz pública tu solicitud de empleo, nunca se sabe quién conoce a alguien que pueda estar buscando a un trabajador con tu perfil.

5. Y prepara bien las entrevistas

Y cuando por fin nos llamen, es importante que no echemos todo el esfuerzo a perder por no ser capaces de enfrentarnos a la entrevista. Controla el estrés, no es más que una simple conversación sobre el puesto y tus habilidades, no es para tanto. Sé directo, sincero y no te enrolles con anécdotas, pero tampoco seas seco. Se trata de mantener una actitud cordial y educada. No dejes que tus gestos te delaten: controla los movimientos nerviosos (como menear la pierna sin parar o morderte las uñas), mira a los ojos del entrevistador, mantén la espalda recta, respira y relájate. Recuerda tu valía y confía en ti mismo. Esa seguridad se trasmite e impresionarás al entrevistador.

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¡Suerte!