Estudiar para los exámenes de recuperación (sin ganas)

30 Jun 2023
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Estudiar para los exámenes de recuperación (sin ganas)

Lo que antes era septiembre, ahora es julio. Para los estudiantes a los que no les ha sonreído la suerte en todas las asignaturas, ahora toca enfrentarse a los exámenes de recuperación.

exámenes de recuperación

Nos las prometíamos tan felices…

¡Por fin somos libres! El curso ha llegado a su fin y, con él, las clases y la última temporada de exámenes que nos ha dejado exhaustos, pero con muchas ganas de disfrutar de la piscina y los planes que ofrece el verano. ¡Un año menos para graduarnos y tener el eTítulo!

Todo es tal y como pensábamos salvo por un pequeño detalle: han colgado las notas y ¡Oh sh***! ¡Hemos suspendido y tenemos que hacer exámenes de recuperación! ¡Qué bajonazo!

Calma

Quizá nos sintamos agotados y sin ninguna gana de volver a encerrarnos a estudiar, pero si algo tiene de bueno el haber cambiado los exámenes de recuperación de septiembre a julio es que así lo vamos a tener fresco en la memoria y con unos cuantos trucos lo vamos a tener facilísimo para aprobar e incluso para sacar notazas.

Lo importante es que nos tranquilicemos, que no nos rasguemos las vestiduras más de la cuenta (suspender no es el fin del mundo) y que empecemos cuanto antes a estudiar; pero no a estudiar como lo hicimos la primera vez, sino mucho mejor: haciéndolo divertido.

Nota aclaratoria

Otra cosa es que no nos presentásemos a la primera prueba y, si ese es el caso, deberemos dejar de leer este post y dirigirnos a los muchos otros que hay en el blog para ayudarnos a preparar exámenes. A poco que echemos un vistazo por la web veremos que hay consejos para ayudarnos a preparar cualquier tipo de examen que nos coja en primeras nupcias.

El primer paso ineludible

Siempre, siempre, siempre, aunque nos aburra sobremanera, aunque lo odiemos desde lo más hondo de nuestro ser, siempre, el primer paso será la organización. Y tampoco es para ponerse a llorar, en un par de horas, como mucho, estará resuelto.

Hay que revisar las fechas de los exámenes de recuperación y ponerlas en el calendario o en la pared para que no se nos vayan de la cabeza y nos pille el toro. Después, ver de cuánto tiempo disponemos hasta cada examen y calcular cuántas horas debemos dedicar al día al estudio (sin pecar de optimistas ni de perfeccionistas). Una vez hecho esto, debemos reunir todo el material, asegurándonos de que no nos falta nada.

No estudiar lo que ya sabemos para los exámenes de recuperación

Ahora toca hacer una cosa que solo hacemos cuando no son las primeras pruebas sino exámenes de recuperación: ver que qué nos sabemos y qué no.

Para que no perdamos el tiempo estudiando cosas que ya nos sabemos, nos toca hacer un cribado.

La mejor técnica para hacerlo es usar el método Leitner, que consiste en hacer tarjetas con todas las posibles preguntas que caerán en el examen y dividirlas en tres cajas según las sepamos mal, algo mejor o perfectamente. Os explicamos detalladamente cómo usar esta técnica de estudio tan útil aquí.

Cambiar de técnica para preparar exámenes de recuperación

Como ya nos hemos preparado ese temario antes y ya hemos pasado por un examen, deberíamos tener el material de estudio bastante claro.

Por eso, estos nuevos exámenes de recuperación nos van a resultar muy sencillos de preparar y no debemos complicarnos demasiado copiando y resumiendo sin parar temarios ya vistos.

Ahora es mejor cambiar las técnicas de estudio y, además del ya citado método Leitner, sería bueno que probásemos otras fórmulas que incluyan algo de diversión, como estudiar con dibujos (si la asignatura lo permite), los mapas mentales, las reglas mnemotécnicas y, si tenemos la suerte de tener un compañero o compañera en nuestra misma situación o un amigo/pareja/pariente solidario, utilizarlo sin piedad.

Cuando podemos estudiar con ayuda es genial usar las tarjetas que ya tenemos hechas y convertir los repasos en un juego de preguntas y respuestas o en una master class improvisada que impartiremos nosotros para corroborar lo bien que nos lo sabemos, ganar confianza y asentar los conocimientos adquiridos.

No perdamos la confianza por tener que hacer exámenes de recuperación

Si estudiamos mucho y hemos suspendido, es un palo, pero más allá del disgusto inicial por tener que hacer exámenes de recuperación no debe afectarnos demasiado y mucho menos a la confianza en nosotros mismos.

Hay muchos factores que influyen en los suspensos: los nervios, la falta de sueño, que el examen sea más difícil de lo que esperábamos, que no hayamos acertado con saber aquellas cosas a las que el docente da importancia, que no hayamos estudiado con tiempo suficiente, el cansancio, que sean asignaturas que no entendemos bien, que querían que memorizásemos y no que explicásemos con nuestras palabras o al revés y hayamos hecho lo contrario…

No es importante. Lo importante es sobreponerse y volverlo a intentar hasta que lo consigamos. Seguro que a la siguiente va la vencida y luego tendremos 2 meses de vacaciones sin tener que pensar en las clases.

¡Mucho ánimo!

 

 

 

 

Escrito por  root

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