Guía útil para planificar un trabajo o proyecto de investigación

18 May 2023
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Guía útil para planificar un trabajo o proyecto de investigación

Os contamos cómo hacer paso a paso un buen proyecto de investigación o trabajo académico desde la selección del tema hasta el momento de la entrega.

proyecto de investigación

Tema del proyecto de investigación: pasión e innovación

Si el resto de cuestiones técnicas del trabajo están bien hechas, elegir un tema que nos apasione marcará la diferencia entre un trabajo del montón y uno de sobresaliente. Entre un trabajo que se se lea por encima y se olvide al segundo y uno que se recuerde incluso después de que nos hayamos graduado y  tengamos nuestro eTítulo.

Hacer una buena elección del tema del proyecto de investigación va a facilitarnos muchísimo la tarea porque trabajaremos sin aburrirnos, comprometidos con la tarea y con ganas. La pasión, el interés, la curiosidad, el entusiasmo que hemos puesto en investigar darán como resultado un proyecto y conclusiones mucho más ricos si el tema nos apasiona, porque ese sentimiento se nota y se contagiará a los lectores.

Así que, ¿cómo lo hacemos? Pues, en primer lugar hay que tomarse un momento de introspección para hacernos una serie de preguntas y ver si llegamos a alguna conclusión. Podemos buscar inspiración el libros, en otros trabajos académicos, en descubrimientos científicos actuales, problemas sociales… Hay muchísimas posibilidades.

Además, las opciones aumentan porque es mucho mejor centrase en un tema muy específico que elegir uno general. Por ejemplo, es más útil que hablemos sobre la antena izquierda de la hormiga Eciton burchellii que sobre esa hormiga en conjunto.

Tras este rato de introspección, seguramente dudemos entre cuatro o cinco temas de interés académico sobre los que nos gustaría trabajar. Es el momento de consultar con nuestros compañeros más cercanos o con la persona que dirigirá nuestro proyecto de investigación, si es que la hay.

Si igualmente seguimos dudando, habrá que hacer un listado de pros y contras de cada opción y contemplar cuestiones prácticas como la facilidad para encontrar material o hacer estudios.

Ahora la mala noticia: que el tema nos encante no basta. Hay que buscar, además, que sea innovador o que plantee nuevas perspectivas sobre algo ya tratado.

Es importante que los estudios académicos no sean simplemente un compendio de los pensamientos de otros, sino que deben aportar nuevas ideas y visiones que añadan algo más que la demostración de que conocemos el tema sobre el que estamos trabajando.

Investigación exhaustiva

Para empezar el proyecto de investigación es crucial que tengamos una comprensión clara de nuestros objetivos. Preguntémonos qué deseamos lograr y cómo contribuirá a nuestro campo de estudio. Los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un límite de tiempo establecido. Esto nos proporcionará una base sólida para el resto del proceso y evitará que nos vayamos por las ramas.

No está de más tener a la vista estos objetivos por si las moscas.

Una vez que estén definidos, empezaremos por examinar la literatura existente sobre nuestro tema para familiarizarnos con los estudios previos que se hayan realizado en este campo. Esto nos ayudará a comprender el contexto de nuestra investigación y a identificar lagunas en el conocimiento actual que podamos explorar.

Es recomendable utilizar diversas fuentes de información, como libros, artículos académicos, bases de datos, páginas web fiables, entrevistas, encuestas, etc. Hay que asegurarse de evaluar la credibilidad y la calidad de las fuentes y tomar notas detalladas y organizarlas de manera coherente, lo que nos ayudará a evitar la pérdida de información importante y a mantener un enfoque claro.

Crear un plan de trabajo acorde con el proyecto de investigación

Que desarrollemos un buen plan de trabajo es esencial para mantenernos activos y evitar retrasos. Hay que dividir el proyecto de investigación en etapas más pequeñas y establecer fechas límite que sean realistas para cada una de ellas.

Asegurémonos de contar con el tiempo para la recopilación de datos, análisis, redacción y revisiones. También es útil asignar un tiempo para posibles imprevistos o contratiempos (que estos son comunes en cualquier proyecto de investigación) y contar con los descansos que necesitamos y con la saturación mental que vamos a tener si nos exigimos trabajar demasiado.

El esquema preliminar

Antes de comenzar a redactar, va a ser muy útil crear un esquema preliminar de nuestro trabajo o proyecto de investigación. Tenemos que organizar nuestras ideas principales y los subtemas de manera lógica y secuencial, lo que nos permitirá obtener una visión general de cómo se desarrollará nuestra investigación y nos ayudará a mantener la coherencia en nuestros textos.

Análisis crítico y síntesis

A medida que vayamos recopilando la información, debemos asegurarnos de hacer un análisis crítico, identificar las ideas clave, las relaciones entre los conceptos y detectar posibles lagunas. Por supuesto, es necesario utilizar los métodos de investigación apropiados en nuestra rama y crear un registro detallado de fuentes y resultados.

Si desde el principio vamos creando la bibliografía con ayuda de un programa que la gestione, nos resultará mucho más sencillo y no olvidaremos citar ninguna fuente.

Escribir y revisar el proyecto de investigación

Con los datos recopilados y analizados, es hora de redactar el proyecto de investigación. Hay que escribir correctamente (tanto en la ortografía como en la sintaxis) de forma coherente y usar un lenguaje claro y preciso.

Es importante pensar en que no todos los lectores tienen por qué saber de qué hablamos y por eso, para hacer que la cultura sea accesible a todos, hay que evitar el uso de jerga innecesaria y asegurarnos de que los conceptos están bien explicados.

Además, es bueno que nos esforcemos en hacer una introducción atractiva para enganchar a los lectores, que usemos recursos visuales como gráficos o imágenes para que el texto respire (y los lectores también) y que tengamos unas conclusiones que, además de resumir los puntos importantes, añada algo novedoso al estudio y deje a los lectores con un buen sabor de boca.

Una vez que hayamos terminado de escribir, es muy importante dedicar tiempo a revisar y corregir el trabajo para asegurarnos de que cumple con los estándares académicos requeridos. No hay que olvidar que 20 ojos ven mejor que 2, así que si podemos pasárselo a otras personas para que nos lo corrijan y den su opinión, muchísimo mejor. Hasta al redactor más obsesivo se le escapa una errata de vez en cuando.

Retroalimentación

Ahora que ya hemos revisado y corregido nuestro proyecto de investigación, es muy recomendable solicitar un poco de retroalimentación a nuestros profesores y compañeros. Su perspectiva puede darnos ideas valiosas que enriquezcan nuestro trabajo. Que el ego nunca nos impida aceptar una buena idea.

Una vez que hemos seguido todos estos pasos y dado por terminada a nuestra «criatura», llega el momento de entregarlo y de salir a celebrarlo, que después de tanto trabajo toca desconectar y coger fuerza para el siguiente.

 

 

 

Escrito por  root

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