¿Se acabaron las mascarillas? No cantemos victoria

23 Jun 2021
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¿Se acabaron las mascarillas? No cantemos victoria

Las mascarillas son un engorro y más con calor, pero lo que no se puede negar es que salvan vidas. ¿Qué hacemos ahora que van a dejar de ser obligatorias?

Los estudiantes universitarios han demostrado (la mayoría de ellos) un gran compromiso social y una alta responsabilidad y resistencia durante esta crisis. En eTítulo hemos visto ese esfuerzo y queremos reconocérselo.

mascarilla

Nuevas políticas

En España, como ya ha pasado en Francia, Reino Unido, Portugal, Bélgica, Polonia o Hungría se va a aprobar un decreto ley que dice que las mascarillas ya no serán obligatorias en espacios abiertos si se dan determinadas circunstancias. Esta posibilidad lleva debatiéndose desde el cese del estado de alarma y ahora las comunidades autónomas serán las encargadas de regular su uso.

Esto no significa que ya no debamos llevarla o que el virus haya desaparecido. Veamos cuáles son esas «circunstancias» de las que hablábamos y que se matizarán en cada comunidad:

  1. Distancia de seguridad: Podremos quitarnos las mascarillas en espacios abiertos en los que sea posible guardar un metro y medio de distancia respecto a otras personas. Es decir, en el campo, en la playa, en una calle casi desierta y situaciones por el estilo. Hay que tener en cuenta que un metro y medio es más o menos como un brazo y un poco más, con lo cual, si nos cruzamos con alguien en una misma acera, esa distancia segura ya no existirá.
  2. Aglomeraciones y eventos multitudinarios: Aunque estemos en el exterior, si estamos rodeados de personas, e incluso pudiendo mantener ese metro y medio de seguridad, la mascarilla sigue siendo obligatoria. Manifestaciones, conciertos, colas, calles atestadas… Para simplificar, si hay gente a nuestro alrededor, incluso manteniendo la distancia, hay que ponérsela.
  1. En terrazas de hostelería: Sí, eso que incluso ahora muy pocos respetan sigue vigente. Mientras no se consuma hay que mantener la mascarilla puesta salvo que estemos acompañados exclusivamente de convivientes. La distancia de seguridad entre las mesas debe seguir respetándose.
  2. Deportes en grupo: Si practicamos algún deporte de equipo o en solitario, pero rodeados de otras personas, la mascarilla sigue siendo obligatoria al aire libre.

Espacios cerrados

Tal y como pasa ahora, las mascarillas seguirán siendo obligatorias en espacios cerrados. En las aulas y otras instalaciones techadas de las universidades, en los transportes públicos, gimnasios, bares, restaurantes, pubs…, habrá que llevarlas puestas sin excepción.

Esto no ha acabado

Todos estamos hartos. De las mascarillas y de la COVID, pero como, desgraciadamente, el hartazgo no detiene al virus hay que seguir teniendo paciencia y trabajar nuestra resiliencia.

Hoy mismo, Sanidad ha confirmado 4.040 contagios nuevos en España y 30 fallecidos. La COVID-19 es muy real y sigue mutando y creando nuevas cepas, como la variante del Delta, que ya está haciendo estragos. De hecho, en Israel, que había eliminado también la obligatoriedad sobre el uso de las mascarillas, ha tenido que dar marcha atrás por la cantidad de contagios que está creando esta cepa incluso entre la población vacunada.

Como decíamos, estamos hartos, pero hay que aguantar un rato más y evitar ponernos en peligro a nosotros o a los demás.

Cuándo usar mascarilla aunque no sea obligatoria

Además de las situaciones que ya hemos visto, debemos usar la lógica. No hace falta que nos pongan un policía detrás todo el rato o creer que sin una ley que nos obligue podemos hacer lo que queramos. Ante la protección de la vida (la nuestra y sobre todo la de los demás), debemos entender que nuestro derecho a no llevar mascarilla o a no seguir los protocolos de seguridad recomendados por Sanidad se queda en nada. Es decir, que es más importante salvar vidas que nuestro ocio o nuestra comodidad. Lógico, ¿no?

Por lo tanto, si tenemos problemas de salud o tenemos contacto con alguien que los tenga. Si vemos con frecuencia a nuestros familiares, si ayudamos a nuestros vecinos mayores o si hacemos voluntariado en algún lugar, debemos tener especial cuidado y sería muy recomendable que siguiéramos llevando la mascarilla incluso en lugares abiertos.

La libertad en esta situación es un privilegio y, como todos los privilegios, hay que usarlo con responsabilidad.

Criminalizar a los jóvenes

Durante este año hemos visto varias noticias y comentarios que prácticamente hablaban de los jóvenes como si ellos solitos hubiesen propagado todo el virus. No es justo. Es cierto que se han visto muchos comportamientos irresponsables, pero se han visibilizado poco o nada (quizá porque se venden más periódicos con los macrobotellones) las muchas actitudes responsables y solidarias de los jóvenes ante esta crisis. Eso, sin tener en cuenta el encierro y la distancia social no se viven con igual desasosiego con 18 años que con 48.

La empatía es importante y si pedimos comprensión, también hay que darla y quizá ha faltado voluntad para buscar situaciones alternativas de ocio seguro para los jóvenes. Dicho esto y según están las cosas, volvemos a hacer un llamado a la responsabilidad: Hay una pandemia. Por su causa hay 3,88 millones de personas menos en nuestro planeta. El número de contagiados y curados es aún mayor, pero aún no hay recuentos fiables acerca de las muchas secuelas (a veces fatales como la insuficiencia cardiaca o respiratoria) que deja este virus.

A partir del sábado seremos un poquito más libres, pero de todos depende el que esa libertad se mantenga. Quitaos las mascarillas con responsabilidad.

 

Escrito por  root

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