El protocolo en una entrevista de trabajo

19 Jul 2018
Nuestro blog
0 Comment
El protocolo en una entrevista de trabajo

En una entrevista de trabajo, conocer el protocolo apropiado no solo nos dará ventaja competitiva, sino que además nos aportará seguridad.

protocolo

Evidentemente, el protocolo en la entrevista de trabajo no será el mismo si optamos a un puesto de camarero en una discoteca que si queremos entrar en la Real Academia, pero conocer cuáles son las normas básicas que seguir será útil para todos los casos. Apréndelas y luego ya verás cómo las adaptas al tipo de entrevista al que te enfrentes.

Puntualidad

Si llegas tarde a una entrevista, ¿qué se puede esperar de ti cuando te contraten? Pues eso. No se debe llegar mucho antes ni un minuto después. Si te cuesta ser puntual, llega media hora antes y date una vuelta por la zona o toma un café cerca, pero no llegues nunca tarde a una entrevista porque quedarás fatal.

Vestimenta

Dependiendo del lugar al que vayas, es lógico que tu ropa sea más o menos formal, pero lo que sí debes tener en cuenta es que la ropa debe ser adecuada: ni está bien ir con un esmoquin ni con un chándal. Lo mejor es ponerse algo neutro, que no quede ni holgado ni ajustado y que nos favorezca.

Aseo personal

Parece mentira que haya que decir algo así, pero tanto en una entrevista de trabajo como en la vida en general, la higiene es importante. Debemos oler bien (lo que no significa echarnos el frasco de perfume encima para no marear a nuestro entrevistador) o no oler a nada, y lo mismo con nuestro aliento. Oler a limpio es más que suficiente.

Preséntate

Al llegar, di tu nombre y apellidos y espera a que el entrevistador te invite a pasar. Trata de mostrarte sereno y paciente. No des golpecitos con el pie ni muevas las piernas nerviosamente. Procura estar erguido y con las manos entrecruzadas relajadamente entre tus piernas.

Usted o tú

Salvo que se nos indique lo contrario, siempre debemos dirigirnos al entrevistador de usted y con tratamiento de señora o señor (nunca señorita, que es machista). Si nos pide que le tuteemos, debemos hacerlo, pero conservando una cierta distancia de corrección: no es nuestro colega, así que debemos evitar en lo posible el lenguaje coloquial.

Dar la mano

Una vez que te hagan pasar, vuelve a decir tu nombre y espera a que el entrevistador elija la manera correcta de saludarte. No ofrezcas tu mano si no te la ofrecen a ti, porque el protocolo dicta que es la persona de «mayor rango» la que debe hacerlo. Si el entrevistador lo hace, da la mano con firmeza, pero sin apretar demasiado (no se trata de romperle las falanges, sino de demostrar seguridad) y mira a los ojos de la persona mientras lo haces. Sonreír siempre es la mejor carta de presentación, así que no lo evites.

Sentarse

Espera a que te lo ofrezcan. No es de buena educación llegar a un sitio y sentarte como si estuvieras en tu casa. Es la persona que te invita (en este caso la persona encargada de la selección de personal) la que debe ofrecer el asiento a su invitado. Por lo tanto, espera pacientemente hasta que te indiquen cuándo y dónde sentarte.

Cuándo hablar

Cuando nos pregunten. No vamos a una entrevista de trabajo a hablar sobre lo bien que lo pasamos el fin de semana pasado, debemos hablar sobre lo que nos pregunten y no enrollarnos. Es importante esperar a ver qué quieren saber de nosotros y responder. Además, si nos relajamos demasiado, es probable que se nos suelte la lengua y acabemos diciendo algo que no queremos decir; así que mejor centrarse en el tema.

Por otra parte, venderse está bien, pero ojo con ponerse a uno mismo por las nubes porque van a pensar que somos unos narcisistas. Responde brevemente y con sinceridad. No mentir es importantísimo y ni si te ocurra exagera o falsear algún título.

Haz preguntas

Cuando hacemos preguntas demostramos interés. Es bueno que te intereses por el funcionamiento de la empresa y que se note que te has informado de algo previamente.

Si tienes preguntas sobre horarios, salario y demás condiciones, hazlas. Pero lo más correcto es que las hagas al final, una vez que ya hayas respondido tú a las preguntas que te ha hecho la persona encargada de la entrevista. Además, si te parece un sueldo bajo o unas condiciones espantosas, no lo digas. Espera a que te vuelvan a llamar para rechazar el trabajo o para tratar de renegociar las condiciones.

Falsa educación

Ceder el paso, abrir una puerta, etc., a pesar de las creencias generales, no son normas que deban aplicarse a un sexo en particular: el protocolo dice que va en función de la jerarquía.

Apaga tu teléfono

O siléncialo antes de entrar. Aunque no lo creáis, esa función existe y es muy útil para no molestar a los demás. Que nuestro teléfono suene en mitad de una entrevista es un error imperdonable, salvo si tenemos algún tipo de emergencia médica familiar que nos obligue a estar operativos, en cuyo caso, deberemos comunicarlo de antemano.

Si nuestro entrevistador recibe una llamada y la atiende, esperemos pacientemente mirando hacia otra parte (qué interesante es de pronto ese cuadro horrendo en la pared) para darle su espacio, pero sin levantarnos ni deambular por la habitación para que no parezca que cotilleamos.

eTítulo

Tener nuestro título electrónico para llevar en un pen drive a cualquier entrevista será mucho más útil que tener que ir al notario a que nos validen la copia. Por eso, si tienes tu eTítulo, llévalo siempre encima y sorprende al entrevistador con tu iniciativa.

 

 

 

Escrito por  root

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *