Los cinco lugares más alucinantes y baratos para visitar estas vacaciones

Los cinco lugares más alucinantes y baratos para visitar estas vacaciones

Si no sabes dónde ir de vacaciones y no tienes pasta para viajar al extranjero, aquí van unos cuantos lugares nacionales que merece la pena ver:

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La Alhambra

La fortaleza roja, que encara a la ciudad de Granada desde lo alto del Albayzín, no podía faltar en esta recopilación. Hay pocos lugares en el mundo que puedan competir con la belleza de la construcción andalusí que, para más inri, se encuentra en una de las ciudades universitarias por excelencia (sí, eso quiere decir que hay marcha nocturna, muchas zonas de bares, tapeo y buen ambiente a unos precios muy económicos). La única pega es que es uno de los monumentos más visitados de nuestro país y hay que comprar las entradas con antelación si queremos verla. Para saber más de la Alhambra, puedes pinchar aquí.

Islas Cíes

Galicia es hermosa prácticamente en su totalidad, pero el archipiélago de las Cíes es un paraiso. Tres islas de parque natural con playas de arena blanca, aguas trasparentes y exuberante vegetación. Además allí se encuentra la playa de Rodas, a la que en 2007, el periódico The Guardian nombró como “la mejor playa del mundo”.

Es un lugar ideal para visitar si buscamos relajarnos en un entorno único y alejado del mogollón veraniego que se monta en Levante. Ideal también si buscamos un turismo más económico y ecológico. La mayor pega es que el agua no es apta para frioleros.

Playa de Gulpiyuri

Continuamos en el norte, esta vez en Asturias. A 14 kilómetros de Naves se encuentra una pequeña y maravillosa playa de interior que no llega a los 50 m de largo.

Aparentemente es idéntica a una playa normal, pero en lugar de encontrarse en la costa, surge en el interior. La fuerza del mar y el paso de los años fueron erosionando la roca caliza del acantilado hasta formar una dolina de la que emerge el agua del mar y crea una preciosa playa de agua salada a 100 metros de la costa.

Las termas de Orense

Si os gusta el norte pero no la temperatura de sus aguas, la solución está en ir a Orense.

A orillas del río Miño encontramos un auténtico circuito termal al aire libre. Hay varias pozas en la zona, pero unas de las más bonitas son las Pozas A Chavasqueira, en las que temperatura del agua está en torno a los 43º C. Por el día, además del fantástico baño, se puede disfrutar de sus amplias zonas de césped y del paisaje en el que se ubican las termas. Y lo mejor de todo: ¡completamente gratis!

Si estáis por Orense y queréis acercaros, podéis ir en vuestro propio coche, en el transporte público de la ciudad o en el tren turístico.

Las Chorreras

Si las aglomeraciones y los precios costeros nos ponen la piel de gallina, pero no queremos perdernos el chapuzón veraniego, Cuenca puede ser una gran opción.

El paraje de las Chorreras se encuentra entre los límites de Enguídanos y Víllora (Cuenca) y debe su nombre a los “chorros” de agua que se pueden contemplar a lo largo de un kilómetro y medio en el río Cabriel: después de cruzar la antigua residencia abandonada de la Central Hidroeléctrica Lucas de Urquijo, llegamos al río, uno de los más limpios de Europa y el causante de esta maravilla de la naturaleza. Además de disfrutar de un baño en su agua cristalina, podremos jugar en sus cascadas (o chorreras) y descender sus rápidos y barrancos, y una vez más, gratis.

No solo los ricos merecen vacaciones. Si te apetece desconectar pero estás a dos velas, coge una mochila, llama a un par de amigos y ponte en ruta. No te vas a arrepentir.

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