Los derechos del inquilino: que no te engañen por ser estudiante

23 Jul 2017
Nuestro blog
Los derechos del inquilino: que no te engañen por ser estudiante

Si vas a alquilar un piso compartido mientras te sacas la carrera, infórmate bien de tus derechos como inquilino para que no te engañen.

A partir del segundo año de carrera (en el primero suele ser mejor alojarse en una residencia universitaria) es muy común que los estudiantes alquilen pisos entre varios para pagar menos y compartir gastos, pero algunos propietarios se aprovechan de la inexperiencia de sus inquilinos y abusan. Para que eso no te pase a ti, antes de alquilar un piso, lee cuáles son tus derechos como inquilino.

Mano izquierda

Independientemente de los derechos que tengas como inquilino y que veremos a continuación, ten en cuenta que cuanto mejor te lleves con tu casero y más comunicación tengáis, más fácil te pondrá las cosas. Si las condiciones se pactan de antemano y se habla con respeto y tranquilidad, normalmente no habrá problemas (salvo que te toque un casero odioso). Recuerda que a ambas partes os interesa estar de acuerdo y que en una buena negociación todos ganan.

Duración del contrato

La duración legal de un contrato es de un año prorrogable a tres a voluntad del inquilino. Esto no significa que tengas que quedarte obligatoriamente en la casa durante tres años, ni siquiera tienes obligación de estar el año completo, sino que es una protección para que, si el inquilino lo desea, pueda quedarse en la vivienda durante tres años y no tenga que estar mudándose cada poco tiempo. Eso sí, te vayas cuando te vayas, tienes obligación de avisar con treinta días de antelación si quieres recuperar tu fianza.  El casero solo puede exigir el abandono de la vivienda antes de ese plazo si él mismo, su cónyuge o sus familiares directos necesitan vivir en ella; es decir, que tiene que ser por necesidad demostrable de residir allí, no porque quieran alquilárselo a otra persona.

Contratos ilegales o inexistentes

Si no tienes contrato de alquiler o tienes uno ilegal (porque es abusivo o porque no cumple con los requisitos formales), puedes tener problemas si luego quieres exigir ciertas garantías. De todas formas, si ese fuera el caso y tuvieras un conflicto con tu casero, denuncia, porque sin un contrato legal de por medio, el arrendador tiene todas las de perder. Y recuerda: tengas o no contrato, tus derechos como inquilino siguen siendo los mismos.

Inviolabilidad del domicilio

Si una vez alquilado el piso, tu casero decide pasearse por ahí para controlar y ver cómo le cuidáis la casa, abriendo con sus propias llaves y sin vuestro consentimiento previo, está cometiendo un delito. Así que ten muy claro que aunque vivas en su casa, el casero no podrá acceder a tu domicilio por propia voluntad.

Estado de la vivienda

Es importante que te cubras las espaldas (aunque el casero sea un ser encantador) por lo que pueda pasar. Si ves que al entrar el domicilio hay algún tipo de gotera, desconchón, avería, rotura de muebles, etc. Díselo al casero y fotografíalo todo con tu teléfono móvil dejando constancia de la fecha. Así, si a tu arrendador se le cruzan los cables al finalizar el contrato y pretende pedirte dinero por desperfectos que no son tuyos, podrás demostrar que eso ya estaba al entrar.

Fianza

La ley dice que lo obligatorio es pedir un mes de fianza como garantía, pero algunos piden más. Tienes que tener en cuenta que el dinero que entregues no es para que tu arrendador se lo gaste en fiestas, sino que deberás exigir un recibo del pago y él deberá depositar ese dinero en el banco que fije la comunidad autónoma donde residas. Si te piden más de un mes de fianza, puede que te interese más hacerlo mediante aval bancario, pero para eso tendrás que negociar con tus padres, porque, desgraciadamente, los bancos no avalan a estudiantes sin ingresos.

Si solo alquilas una habitación subarrendada

El subarriendo es legal siempre que haya consentimiento por escrito del propietario. Si solo vas a alquilar una habitación en un piso que ya tienen otros inquilinos a su nombre, entonces exige al casero que te haga un contrato personal de subarriendo de tu habitación para que no te puedan meter cargas de las zonas de las que no disfrutas y para que, además, estés cubierto legalmente si tienes cualquier problema con tus compañeros de piso.

Averías y destrozos

Como inquilino, es necesario que seas responsable y respetuoso con el piso donde vives y con los vecinos con los que convives si quieres que todo vaya bien. Pero aparte de eso, es importante que sepas que solo deberás hacerte cargo económicamente de lo que rompas tú por hacer un mal uso o por vandalismo. Si, por ejemplo, la lavadora se avería por sí sola, es obligación del casero (siempre que la lavadora estuviera incluida en la dotación del piso) correr con los gastos de reparación; pero si has decidido hacer experimentos científicos con ella y te la has cargado, la reparación o sustitución correrán de tu cuenta.

Devolución de la fianza

Cuando decidáis abandonar el piso, si todo está correcto, el deterioro de la vivienda es por un uso normal y habéis avisado con un mes de antelación, el arrendador tendrá la obligación de devolver la fianza en el plazo de un mes. Pero como decíamos, hay cosas que se resuelven mejor hablando de manera informal, así que, si casero e inquilino pactan otra cosa, tampoco es problemático: resulta muy habitual que en vez de la devolución de la fianza, se acuerde que el último mes se cobre de ese dinero.

Independizarse por primera vez es una experiencia muy emocionante, y hasta que consigas tu eTítulo, todos estos ensayos de convivencia, de vivir fuera de la casa familiar, de administrar tu propio dinero y de empezar de verdad la vida adulta, también van a ser enseñanzas valiosísimas para tu crecimiento personal. Disfrútalas.

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